Peste porcina

La OCU garantiza que la peste porcina no supone riesgo para la salud y llama a la calma ante los casos detectados en Cataluña

Peste porcina

La OCU asegura que la peste porcina africana no se transmite a humanos y que el consumo de cerdo y jabalí es seguro incluso en escenarios de expansión del virus

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha lanzado un mensaje de tranquilidad tras la detección de varios casos de peste porcina africana (PPA) en jabalíes silvestres en una zona acotada de Cataluña. La entidad recuerda que la PPA no es una enfermedad zoonótica, por lo que no existe riesgo para la salud humana, ni por contacto ni por consumo de carne de cerdo, jabalí ni embutidos derivados.

La OCU subraya que incluso en un escenario hipotético —y muy improbable— en el que se consumieran productos procedentes de animales infectados, "no existiría peligro alguno para las personas". En España, afirman, la comercialización de carne se realiza bajo estrictos controles sanitarios, lo que garantiza su seguridad.

La preocupación generada por la PPA se centra, según la organización, en su impacto económico y comercial, no en la salud pública. España es el primer productor de carne de cerdo de la Unión Europea y el tercero del mundo, con más de 4,9 millones de toneladas anuales, lo que convierte al sector en un pilar fundamental del sistema agroalimentario nacional.
En el escenario más adverso —si el virus alcanzara alguna explotación porcina— podrían imponerse restricciones internacionales a la exportación, lo que forzaría a absorber en el mercado interno productos no vendidos en el exterior. Esto podría provocar una bajada del precio de la carne, un sector que ya presenta precios “muy contenidos” en lo que va de año.

La OCU recuerda además que España erradicó la PPA en 1995 gracias a un estricto programa nacional reconocido a nivel internacional. No obstante, el virus continúa presente en países del Este y del Sur de Europa, especialmente entre poblaciones de jabalíes, motivo por el cual la UE mantiene una vigilancia constante y protocolos de bioseguridad para evitar contagios entre fauna silvestre y animales de granja.

Asimismo, la organización insiste en que la prevención requiere evitar el contacto directo entre cerdos y jabalíes, así como controlar cualquier material que pudiera contener restos de carne infectada que llegara a las explotaciones.

La información difundida por la OCU ha sido elaborada por un equipo multidisciplinar que incluye profesionales del derecho, la economía, la alimentación, la salud y la ingeniería, reforzado por una red de laboratorios independientes. La entidad destaca que su labor se sustenta en criterios de independencia, sostenibilidad y transparencia, avalada por sus 180.000 socios.