Asociación Española de Fundaciones

El papel de las fundaciones ante la DANA: solidaridad, reconstrucción y futuro

Bomberos de la Comunidad de Madrid ayudando tras la DANA | Foto de Comunidad de Madrid

Más de 130 fundaciones de toda España se movilizaron para atender la emergencia causada por la DANA de octubre de 2024, combinando ayuda económica, voluntariado y colaboración en red

La Asociación Española de Fundaciones (AEF) ha presentado el informe El papel de las fundaciones ante la DANA: solidaridad, reconstrucción y futuro, un documento pionero que analiza la respuesta del sector fundacional español ante una de las catástrofes naturales más graves de los últimos años. El estudio recoge cómo más de 130 fundaciones activaron recursos económicos, técnicos y humanos para atender la emergencia provocada por la DANA de octubre de 2024, que afectó a 78 municipios —75 en Valencia, 2 en Castilla-La Mancha y 1 en Andalucía— dejando graves daños materiales, medioambientales y sociales.

Una respuesta ejemplar y diversa

Según el informe, el 70 % de las fundaciones implicadas ofrecieron apoyo económico, y de ese grupo, un 75 % combinó ese respaldo con aportaciones no monetarias, como voluntariado, materiales esenciales o asesoramiento técnico. “La reacción del sector fundacional fue ejemplar: rápida, diversa y solidaria”, destacó Pilar García Ceballos-Zúñiga, presidenta de la AEF, quien subrayó que el informe visibiliza “la capacidad de adaptación y el aprendizaje colectivo” del sector.

La AEF elaboró el estudio en colaboración con Impact Hub Madrid, y para ello organizó sesiones participativas con 21 fundaciones de distintos tamaños y sectores, analizando además 56 casos concretos e identificando 133 fundaciones que participaron activamente en la respuesta.

Colaboración y filantropía en acción

La colaboración entre entidades fue un elemento determinante: el 35 % de las fundaciones trabajaron en red, cooperando entre sí, con administraciones locales y autonómicas, y con organizaciones de la sociedad civil ya presentes en los territorios afectados. Esta coordinación permitió una respuesta más rápida y eficaz en los primeros días de la emergencia.

El estudio revela que el 89 % de las fundaciones actuaron con recursos propios, mientras que un 11 % activó mecanismos de financiación externa, como campañas de recaudación o donaciones empresariales. Además, el 14,3 % desarrolló iniciativas innovadoras, centradas especialmente en los colectivos más vulnerables.

Iniciativas innovadoras y solidarias

Entre las acciones más destacadas figuran la creación de canales de comunicación accesibles en lengua de signos, la puesta en marcha de fondos solidarios para familias afectadas, la atención psicológica voluntaria en centros educativos, la digitalización de procesos de ayuda para mejorar su trazabilidad y la rehabilitación de material cultural dañado por la catástrofe.

Estas experiencias reflejan la capacidad de innovación y adaptación del sector fundacional, que no solo actuó en la emergencia inmediata, sino que contribuyó activamente a la reconstrucción social y emocional de las comunidades afectadas.

Ayuda directa y reconstrucción social

La ayuda canalizada llegó a familias afectadas, organizaciones sociales, centros educativos y sanitarios, y comercios locales, considerados esenciales para la reactivación económica de las zonas damnificadas. La diversidad de destinatarios obligó a las fundaciones a diseñar estrategias flexibles y adaptadas a cada contexto, demostrando su cercanía con las comunidades.

Retos y aprendizajes compartidos

El informe identifica varios desafíos: la falta de infraestructuras básicas en los territorios más afectados, la ausencia de protocolos claros de coordinación, y las limitaciones estatutarias que impidieron a algunas entidades actuar fuera de su ámbito geográfico. Pese a ello, muchas fundaciones mantienen su compromiso meses después de la catástrofe, acompañando procesos de reconstrucción.

Entre los principales aprendizajes destacan cuatro ejes:

  • La colaboración multiplica el impacto.

  • La adaptación es esencial para llegar más lejos.

  • La identidad y los valores fundacionales se refuerzan en la crisis.

  • La continuidad de la acción es clave para la recuperación social.

Hacia una estrategia sectorial ante emergencias

El estudio propone avanzar hacia una estrategia compartida de respuesta ante emergencias, basada en protocolos comunes, alianzas sólidas y una comunicación sectorial más coordinada. También plantea la necesidad de mapear las capacidades del sector fundacional y reforzar el papel de las pequeñas fundaciones, cuya cercanía territorial fue decisiva.

La DANA ha puesto de manifiesto la fortaleza del sector fundacional español y su capacidad para actuar con agilidad, empatía y compromiso”, concluye la presidenta de la AEF. Un mensaje que subraya la importancia de consolidar un modelo de filantropía coordinada y sostenible, capaz de transformar la solidaridad en reconstrucción y futuro.