Cohousing senior: Madrid lidera un nuevo modelo de envejecimiento activo y feliz
El Ayuntamiento celebra una jornada técnica en el Centro Intergeneracional Ouka Leele para consolidar este modelo residencial colaborativo que promueve la convivencia y el bienestar de las personas mayores.
Una apuesta innovadora por nuevos modelos de convivencia
El Ayuntamiento de Madrid ha reafirmado hoy su compromiso con la innovación social y urbanística a través de una jornada dedicada al ‘cohousing senior’, una alternativa residencial que busca fomentar la longevidad activa y combatir la soledad no deseada entre las personas mayores.
El encuentro, titulado “Cohousing: una alternativa para una nueva vida”, se ha celebrado en el Centro Intergeneracional Ouka Leele, con la participación de los delegados de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, y de Políticas Sociales, Familia e Igualdad, José Fernández, junto a profesionales del ámbito social, arquitectónico y urbanístico.
Durante la jornada, los expertos han compartido experiencias y buenas prácticas sobre esta fórmula residencial colaborativa que el Consistorio madrileño impulsa mediante la cesión en concesión demanial de tres parcelas municipales para construir viviendas cooperativas en Hortaleza, Usera y Ciudad Lineal.
Madrid, primera ciudad en regular e incentivar el cohousing
Borja Carabante ha destacado que “Madrid es la primera ciudad que ordena el cohousing, lo incentiva y lo aplica”, subrayando la apuesta municipal por un modelo urbano que sitúa a las personas en el centro de la planificación.
“Desde el Ayuntamiento hemos entendido que era el momento de regular e incorporar esta nueva forma de convivencia dentro de las Normas Urbanísticas”, explicó el delegado. “Queremos que este modelo sea un éxito y sirva de referencia para futuras iniciativas”.
Carabante recordó además que “Madrid es la mejor ciudad para vivir, y no puede dejar a nadie atrás”, insistiendo en que el urbanismo madrileño debe diseñarse también pensando en las necesidades de las personas mayores.
Un modelo que combate la soledad y promueve la felicidad
Por su parte, José Fernández destacó el impacto social del cohousing en una sociedad cada vez más envejecida. “Esta propuesta responde a dos grandes desafíos de nuestro tiempo: la longevidad activa y la soledad no deseada”, señaló.
Madrid cuenta actualmente con más de 700.000 personas mayores de 65 años, de las cuales 180.000 viven solas. En este contexto, el Ayuntamiento apuesta por viviendas colaborativas que fomenten la autonomía personal y la convivencia, ofreciendo espacios privados junto a áreas comunes que faciliten la vida compartida.
“El cohousing permite vivir con calidad de vida, en espacios más humanos, inclusivos y felices”, afirmó Fernández.
Viviendas colaborativas en Hortaleza, Ciudad Lineal y Usera
El proyecto madrileño de cohousing senior incluye la cesión gratuita durante 75 años de tres parcelas municipales a entidades sin ánimo de lucro, con el objetivo de construir 232 viviendas colaborativas destinadas a personas mayores.
Las parcelas se ubican en:
- Hortaleza: 4.300 m² de superficie, con unas 67 viviendas previstas.
- Ciudad Lineal: 4.388 m² y 72 viviendas estimadas.
- Usera: 6.006 m² y 93 viviendas.
Cada contrato incluirá tanto la construcción como la gestión de los centros residenciales. El plazo de presentación de proyectos será de ocho meses a partir de la publicación de la convocatoria en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM).
El Ayuntamiento busca así fortalecer el tejido asociativo y cooperativo de la ciudad, permitiendo que grupos de mayores puedan organizarse y gestionar directamente su propio modelo de convivencia.
Cohousing: un modelo de futuro para una ciudad más humana
Con este paso, Madrid se posiciona a la vanguardia en innovación social y urbanística, consolidándose como referente europeo en políticas de envejecimiento activo.
El Ayuntamiento prevé que esta primera experiencia sirva como base para futuras iniciativas de colaboración público-privada, orientadas a construir una ciudad más solidaria, inclusiva y adaptada a las necesidades reales de su población.
“Queremos que Madrid sea una ciudad que inspire —ha concluido Carabante—, un lugar donde envejecer no signifique aislarse, sino compartir, convivir y seguir creciendo junto a los demás”.