El campo madrileño rinde homenaje a David Lafoz: “Su lucha no puede quedar en vano”
Agricultores y ganaderos se concentraron en Chinchón para recordar al joven aragonés y denunciar la crítica situación del sector agrario en España
El campo madrileño se reunió este fin de semana en Chinchón para rendir homenaje a David Lafoz Jimeno, el joven agricultor aragonés cuya trágica muerte ha sacudido al sector primario en toda España. Agricultores y ganaderos de la región se congregaron para recordar su compromiso con la tierra y reclamar medidas urgentes al Gobierno que eviten que “historias como la suya se repitan”.
Una reivindicación que trasciende el homenaje
El acto, cargado de emoción, se convirtió también en una protesta colectiva. Los representantes del sector agrario madrileño aprovecharon el homenaje para denunciar la falta de rentabilidad, la burocracia excesiva y la falta de apoyo institucional que asfixian a los autónomos rurales. “Su lucha no puede quedar en vano”, repitieron los asistentes, en un mensaje unánime que resonó entre los participantes.
La elección de Chinchón no fue casual. La localidad, con una larga tradición agrícola y ganadera, se transformó en símbolo de la resistencia de un sector que se siente abandonado. “Cada año miles de agricultores tiran la toalla”, lamentó uno de los organizadores. “Para podar una encina hay que pedir tres permisos y pagar tasas. Es imposible vivir así”, añadió, reflejando el hartazgo de un colectivo cada vez más golpeado por las trabas administrativas y la falta de rentabilidad.
El legado de David Lafoz
David Lafoz, de solo 27 años, se había convertido en una de las voces jóvenes más activas del campo español, conocido por su defensa del oficio agrícola y por el orgullo con el que reivindicaba la identidad rural. Desde su tractor, impulsó un mensaje de unidad y perseverancia entre los agricultores que, a pesar de las dificultades, siguen trabajando la tierra.
Su historia ha puesto de manifiesto la crisis emocional, económica y social que atraviesan muchos profesionales del sector primario. Lafoz representaba a una generación de jóvenes agricultores que, entre la presión de las deudas, los costes crecientes y la falta de apoyo institucional, se ven obligados a abandonar sus explotaciones o a emigrar.
Un grito contra la desprotección del campo
Durante el homenaje, se reiteraron denuncias sobre los retrasos administrativos, la falta de relevo generacional y la competencia desleal de las importaciones procedentes de países con normativas menos exigentes. “Cuando se firme el acuerdo con Mercosur, nos inundarán productos que no cumplen los mismos estándares sanitarios ni laborales. No podemos competir así”, advirtieron varios representantes del sector.
Los asistentes exigieron al Ejecutivo de Pedro Sánchez una respuesta clara: menos burocracia, más apoyo y precios justos para garantizar la supervivencia del campo español. También reclamaron que se refuerce la atención psicológica y social a los trabajadores rurales, afectados por la soledad y la presión económica.
Una llamada a la acción
El mensaje que dejó David Lafoz —“hay que seguir luchando por el sector primario, o desaparecerá”— volvió a escucharse durante el acto. Porque más allá de la tragedia personal, su historia se ha convertido en un símbolo de la resistencia del campo español.
El homenaje en Chinchón concluyó con un minuto de silencio y el compromiso de seguir defendiendo la causa por la que David luchó: dignificar la vida rural y devolver esperanza al campo.