Urgencias en 14 minutos: así vive Vithas Madrid La Milagrosa el otoño sanitario más exigente
Vithas Madrid La Milagrosa reduce la espera en urgencias a 14 minutos gracias a triaje avanzado, circuitos tiempo-dependientes y atención pediátrica rápida. Datos, claves y qué debe saber el paciente en otoño.
La escena se repite cada otoño: salas de urgencias más llenas, un aumento de infecciones respiratorias, crisis asmáticas, golpes y caídas por el cambio de estación… En Madrid, donde la presión asistencial crece de forma notable en estas semanas, el tiempo de respuesta puede marcar una diferencia real. Y ahí es donde el Hospital Universitario Vithas Madrid La Milagrosa asegura haber dado un salto notable.
El centro, situado en el distrito de Chamberí, ha consolidado un modelo de atención orientado a la inmediatez que sitúa la primera valoración médica de urgencias adultas en una media de 14 minutos desde la llegada del paciente. En pediatría, la rapidez es incluso mayor: menos de 10 minutos. Son tiempos que, según los responsables del hospital, no solo mejoran la experiencia del paciente, sino que influyen en la seguridad clínica y en el pronóstico de cuadros potencialmente graves.
Atención rápida en plena temporada alta: qué dicen los datos
Los tiempos publicados por Vithas Madrid La Milagrosa reflejan una estructura asistencial diseñada para absorber picos de demanda. El 92% de los pacientes adultos son atendidos en menos de 30 minutos, y la mayoría ve resuelto su problema de salud en una media de 90 minutos. En pediatría, la resolución media es de 42 minutos. El triaje inicial —la primera clasificación según la gravedad— se realiza en poco más de seis minutos en adultos y en menos de siete en niños.
Para el doctor Agustín Fernández, jefe del servicio de Urgencias, estas cifras no son fruto de una simple reorganización:
“Actualmente, los pacientes adultos reciben una primera valoración médica en menos de 14 minutos. En pediatría, bajamos de los 10. Son tiempos que solo se logran cuando toda la estructura está enfocada en la agilidad clínica”.
Un triaje avanzado que inicia procedimientos antes de la valoración médica
El centro aplica una adaptación del Sistema Manchester, un método extendido internacionalmente para priorizar la atención según la gravedad. Pero lo hace en un formato “avanzado”: es decir, el triaje no se limita a clasificar, sino que puede activar pruebas o procedimientos incluso antes de que el médico vea al paciente.
Según Pedro Sánchez, supervisor de Urgencias y UCI:
“Este triaje avanzado permite optimizar los tiempos de respuesta y reduce la saturación del servicio. Si una prueba debe iniciarse de inmediato, se hace sin esperar a la consulta médica”.
El resultado es una cadena asistencial más fluida, en la que cada minuto cuenta.
Circuitos tiempo-dependientes para patologías críticas
Uno de los pilares del modelo es la existencia de circuitos diseñados específicamente para cuadros que requieren rapidez máxima:
- Código Infarto.
- Código Sepsis.
- Circuitos de politraumatismos y otras patologías tiempo-dependientes.
Cada vía tiene equipos, protocolos y secuencias de actuación preconfiguradas para reducir al mínimo el tiempo hasta diagnóstico y tratamiento.
En ese contexto, el hospital destaca la colaboración directa entre Urgencias, Laboratorio y Radiodiagnóstico, lo que evita demoras típicas en la obtención de resultados.
Especialistas disponibles en urgencias: traumatología, ginecología y oftalmología
Otro de los elementos diferenciales es la presencia de especialistas en el propio servicio. Para el Dr. Fernández, esto permite evitar el traslado interno o externo del paciente:
“La valoración rápida por un traumatólogo, ginecólogo u oftalmólogo dentro de Urgencias no solo evita esperas innecesarias, sino que garantiza un diagnóstico integral en el menor tiempo posible”.
Esta disponibilidad se refuerza con la presencia continuada de personal sanitario especializado en adultos (24 horas) y en pediatría (08:00 a 22:00).
Por qué estos tiempos importan especialmente en otoño
La Comunidad de Madrid afronta cada año un incremento de consultas por infecciones respiratorias estacionales, rebrotes víricos en población infantil, crisis asmáticas y alergias tardías, aumento de caídas y traumatismos derivados del clima y descompensaciones crónicas provocadas por cambios bruscos de temperatura.
Para muchos pacientes, pasar rápidamente del mostrador a la consulta médica puede significar evitar complicaciones, reducir la ansiedad o recibir un tratamiento a tiempo antes de que el cuadro evolucione.
Además, con más hospitales privados y públicos trabajando al límite durante los meses fríos, la rapidez se convierte también en un criterio de elección para las familias.
En caso de síntomas graves (dolor torácico, dificultad respiratoria, desmayos, sangrado abundante), se recomienda acudir sin demora y avisar al llegar para activar circuitos rápidos.
Un modelo que aspira a consolidarse como referencia en accesibilidad y seguridad clínica
Desde el propio centro consideran que los tiempos actuales son la consecuencia directa de una estructura asistencial diseñada “a contrarreloj”:
“Son un indicador de accesibilidad y seguridad clínica. Permiten identificar precozmente riesgos vitales, minimizar retrasos y garantizar una atención eficaz”, señalan desde el servicio.
Para los pacientes, supone la certeza de que, incluso en plena temporada de urgencias más exigente, el reloj no juega en contra.