Zapatero, en el punto de mira de Estados Unidos tras las revelaciones del “Pollo” Carvajal
El expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero se enfrenta a una creciente presión internacional después de que sectores políticos y judiciales estadounidenses lo vinculen con el régimen de Nicolás Maduro
El nombre de José Luis Rodríguez Zapatero ha vuelto a situarse en el centro de la polémica internacional tras las declaraciones del senador Jim Risch, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos, quien durante la comparecencia del nuevo embajador norteamericano en Madrid, Benjamín León Jr., afirmó que “Zapatero es Venezuela y es China. Zapatero es Maduro y es Xi Jinping. Washington le ha tomado la matrícula”.
Estas palabras, sumadas a las revelaciones del exjefe de inteligencia venezolano Hugo “El Pollo” Carvajal ante la fiscalía estadounidense, han provocado que el expresidente español sea considerado, según diversas fuentes diplomáticas, “una figura de interés” en las investigaciones sobre el entramado político y económico del régimen de Nicolás Maduro.
El economista José Ramón Riera advierte que “Zapatero ha sido soporte y oxígeno del régimen criminal de Maduro en sus momentos de mayor debilidad”, subrayando la gravedad de las sospechas que desde Washington se extienden hacia el entorno político y empresarial vinculado al expresidente.
Estados Unidos aumenta la presión sobre el entorno chavista
Fuentes cercanas al Senado norteamericano aseguran que la Administración estadounidense mantiene una “lista de enemigos del Estado” encabezada por Nicolás Maduro, en la que también figuran Diosdado Cabello, Delcy Rodríguez, Vladimir Padrino y, en quinto lugar, el propio José Luis Rodríguez Zapatero.
El Departamento de Justicia y la DEA (Agencia Antidrogas de EE. UU.) habrían recibido solicitudes formales de distintos sectores para abrir una investigación internacional sobre la posible implicación de Zapatero en operaciones de blanqueo político y financiero relacionadas con el gobierno venezolano.
La acusación, según fuentes diplomáticas citadas en medios internacionales, estaría vinculada a la mediación del exmandatario español en las negociaciones con el régimen de Maduro, considerada por algunos congresistas estadounidenses como una “maniobra de legitimación internacional” de un gobierno acusado de violaciones de derechos humanos.
El efecto colateral en España: la caída de Javier de Paz en Telefónica
Mientras tanto, en el ámbito nacional, el entorno del expresidente también experimenta movimientos significativos. Javier de Paz, considerado uno de los hombres de mayor confianza de Zapatero y hasta hace poco consejero de Telefónica, ha sido cesado de su puesto en el Consejo de Administración, aunque mantiene un salario superior al millón de euros anuales como adjunto al presidente.
Riera interpreta esta destitución como “una maniobra preventiva para alejar del foco estadounidense a figuras próximas al expresidente”, en un contexto de creciente vigilancia internacional. “La caída en desgracia de De Paz no es casual. Telefónica y Moncloa quieren despejar cualquier sombra de relación con Zapatero ante la presión exterior”, apuntó el economista.
El cambio en Telefónica, decidido con el visto bueno de la presidencia del Gobierno, busca reducir riesgos reputacionales y políticos en un momento en que los servicios de inteligencia extranjeros, incluido el MI6 británico, han solicitado información sobre las relaciones internacionales del expresidente español.
Una crisis diplomática latente
Aunque no existe ninguna orden de busca y captura contra Zapatero, la escalada verbal en Washington y el seguimiento de agencias internacionales podrían desembocar en un conflicto diplomático sin precedentes si las acusaciones prosperan.
Según Riera, “España está pagando un precio muy alto por la proximidad de Zapatero al chavismo, y la posición internacional del país es hoy más débil que nunca”. El economista advierte de que la “pérdida de credibilidad exterior” puede tener consecuencias en la política exterior y económica de España.
Por ahora, Zapatero no ha realizado declaraciones públicas sobre estas informaciones, aunque desde su entorno se descarta cualquier irregularidad y se insiste en que su labor en Venezuela “ha sido estrictamente de mediación humanitaria”.
Lo cierto es que el caso ha vuelto a colocar a España en el radar político de Washington, con el expresidente socialista como uno de los nombres más controvertidos de la escena internacional.