La UCO, bajo el foco público por su papel clave en la lucha contra la corrupción
La Unidad Central Operativa se convierte en protagonista del debate público por sus investigaciones judiciales contra tramas de corrupción política y económica
La Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) vuelve a situarse en el centro de la conversación pública tras la difusión de un vídeo de apoyo en redes que la presenta como la gran pesadilla del poder político. El mensaje insiste en una idea que los propios mandos policiales recuerdan con frecuencia: la UCO no hace política, elabora informes por mandato judicial.
El economista José Ramón Riera ha resumido esta percepción con una frase que se ha viralizado en redes: “cuando los informes sustituyen al relato, se acaba el teatro y empieza el miedo de los corruptos”.
Qué es la UCO y cómo funciona realmente
Lejos de las interpretaciones partidistas, la UCO es una unidad especializada que actúa exclusivamente bajo la dirección de jueces de instrucción y fiscales. No inicia investigaciones por cuenta propia ni responde a consignas políticas. Su función es aportar pruebas técnicas, análisis documentales y reconstrucciones financieras en causas complejas.
Según explican fuentes judiciales, la UCO centra su trabajo en delitos como:
corrupción política e institucional
financiación ilegal de partidos
tramas empresariales complejas
blanqueo de capitales
grandes fraudes fiscales
crimen organizado y delitos económicos vinculados al poder
Informes que han provocado dimisiones y crisis políticas
En los últimos años, los informes de la UCO han estado presentes en algunas de las macrocausas más sensibles de la historia reciente, con investigaciones que han derivado en imputaciones, dimisiones y condenas judiciales.
El vídeo que circula estos días recuerda que la unidad ha participado en operaciones de enorme impacto mediático y judicial, convirtiéndose en un actor incómodo para quienes ocupan posiciones de poder.
Para José Ramón Riera, este fenómeno tiene una explicación sencilla: “no hay nada que asuste más a un político corrupto que un informe técnico bien documentado”.
Independencia frente al relato político
Una de las claves de la UCO es que su trabajo se basa en trazabilidad documental, peritajes financieros y análisis forense, lo que deja poco margen al discurso político cuando los hechos llegan al juzgado.
De ahí que cada vez que se filtra o se incorpora un nuevo informe al procedimiento judicial, se produzcan terremotos mediáticos y tensiones en los partidos. Como señalan fuentes jurídicas, cuando una investigación alcanza ese punto, el foco ya no está en la estrategia política, sino en el Código Penal.
El reconocimiento público y el debate sobre su protección institucional
El mensaje de apoyo difundido en redes concluye con una reivindicación clara: proteger a la UCO de presiones externas para que pueda seguir trabajando con independencia.
En palabras de José Ramón Riera, “una democracia sana se mide por la libertad de sus investigadores para seguir el rastro del dinero, caiga quien caiga”. Esa es, precisamente, la razón por la que la UCO se ha convertido en un símbolo para una parte de la ciudadanía: no por a quién investiga, sino por cómo lo hace.