Congreso

La trama de corrupción sacude al Gobierno y tensa a sus socios: el Congreso exige explicaciones urgentes a Sánchez

Pleno del Congreso celebrado en el Senado - Foto del Congreso

La presión crece sobre Sánchez: el Congreso exige explicaciones por la trama de corrupción, mientras sus socios critican la lentitud y ambigüedad del Gobierno

La crisis por la presunta trama de corrupción que implica al entorno más cercano del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no deja de escalar. Este jueves, el Congreso de los Diputados aprobó, con el apoyo del PNV, una moción impulsada por el Partido Popular (PP) que exige al presidente comparecer de forma urgente para aclarar su papel en la llamada "trama Koldo", que ha acabado con la caída de Santos Cerdán, hasta hace poco secretario de Organización del PSOE.

Aunque el Gobierno insiste en que agotará la legislatura hasta 2027, el caso ha generado inquietud entre sus socios parlamentarios, quienes critican tanto la gestión de la crisis como el intento del Ejecutivo de diluir la comparecencia de Sánchez incluyendo en ella temas como la próxima Cumbre de la OTAN, el Consejo Europeo y la Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo.

Desde el PNV, su portavoz Maribel Vaquero ha rechazado esa mezcla de asuntos en la solicitud de comparecencia, pidiendo "celeridad y transparencia, no purrusalda". Una crítica que ha sido respaldada por Gabriel Rufián (ERC), que calificó la maniobra como un "buen gazpacho" y lanzó un mensaje directo a Moncloa: “Dejad de cavar”.

La presión también llega desde el espacio de Sumar, donde figuras como Yolanda Díaz, Ernest Urtasun o Pablo Bustinduy han señalado que la situación es crítica y que se necesita transparencia absoluta, caiga quien caiga. Díaz ha advertido que si no se depuran responsabilidades, el Gobierno tendrá “un problema serio” con sus apoyos parlamentarios. Por su parte, Ione Belarra (Podemos) ha sentenciado que “la legislatura está muerta” y ha acusado a Sánchez de usar el argumento de "el PP es más corrupto" como escudo, calificándolo de “disolvente progresista”.

Mientras tanto, el PP ve en esta situación una oportunidad política clave. Su líder, Alberto Núñez Feijóo, ha asegurado que el PSOE está “en fase de extinción” y que se enfrenta a un escándalo “mayor que cualquier episodio anterior de corrupción”. Ha pedido la dimisión de María Chivite, presidenta de Navarra, tras la renuncia de su número dos por su presunta implicación en la trama.

La controversia se ha avivado aún más con el hallazgo por parte de la UCO de un disco duro con mensajes entre Ábalos y Sánchez, que la amiga del exministro intentó ocultar durante un registro. Este nuevo elemento apunta a un posible conocimiento del presidente sobre aspectos de la trama, algo que el Ejecutivo no ha aclarado.

El malestar interno también golpea al grupo parlamentario de Sumar, donde fuerzas como Més per Mallorca o Compromís barajan romper con el bloque para distanciarse del PSOE, debido tanto al caso de corrupción como a desavenencias en comisiones y agenda legislativa.

A pesar de todo, los ministros socialistas se mantienen firmes. La vicepresidenta María Jesús Montero y el ministro de Presidencia Félix Bolaños han insistido en que el Ejecutivo tiene "motivos de sobra" para seguir adelante, y que la mayoría parlamentaria "sigue funcionando". Desde Luxemburgo, la ministra de Igualdad Ana Redondo ha reiterado que continuar hasta 2027 es lo más responsable.

Pero el clamor por explicaciones claras y actuaciones contundentes sigue creciendo. La oposición y los socios del Gobierno coinciden en algo: las explicaciones del presidente no pueden esperar al 9 de julio, y mucho menos camufladas entre otros asuntos internacionales. El reloj político avanza y, con él, la estabilidad de la legislatura pende de un hilo.