Sánchez revela una reunión con Yolanda Díaz y niega deslealtad por pedir cambios en el Gobierno
El presidente confirma un encuentro reciente con su vicepresidenta segunda y asegura que la petición de remodelación del Ejecutivo no rompe la lealtad del Gobierno
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha confirmado que mantuvo recientemente una reunión con la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y ha subrayado que no considera una deslealtad que su socia de coalición le haya planteado la posibilidad de una remodelación del Ejecutivo a raíz de los casos de acoso sexual y de corrupción que afectan al PSOE.
Sánchez realizó estas declaraciones en la rueda de prensa celebrada de madrugada en Bruselas, tras la última reunión del año del Consejo Europeo, donde fue preguntado por la petición formulada por Díaz y por Sumar. El jefe del Ejecutivo respondió con claridad que no interpreta esa demanda como un gesto de deslealtad, pese a haber rechazado la necesidad de introducir cambios en el Gobierno.
Al ser interpelado sobre si tenía previsto reunirse con su vicepresidenta para abordar este asunto, Sánchez desveló que ese encuentro ya se había producido. Posteriormente, fuentes del Gobierno precisaron que la reunión tuvo lugar a principios de esta semana, sin aclarar si fue antes o después del Consejo de Ministros celebrado el martes.
Unidad pese a las discrepancias
El presidente ya había minimizado horas antes el alcance de la petición de Sumar, defendiendo que las discrepancias son normales en un Ejecutivo de coalición formado por partidos distintos, y recalcando que son más los puntos de unión que las diferencias entre el PSOE y el espacio liderado por Yolanda Díaz.
En este contexto, Sánchez rechazó de plano la tesis de Sumar de que la supuesta falta de actuación del Gobierno esté favoreciendo el crecimiento de Vox. A su juicio, el auge de la ultraderecha se debe al “blanqueamiento” que realizan tanto el Partido Popular como determinados sectores de la derecha mediática, y no a la gestión del Ejecutivo.
El presidente insistió en que el Gobierno mantiene su hoja de ruta y su estabilidad, al tiempo que defendió la normalidad del diálogo interno dentro de la coalición. Con este mensaje, Sánchez busca trasladar una imagen de cohesión institucional, pese a las tensiones políticas derivadas de los últimos escándalos y de las demandas de sus socios parlamentarios.