Sánchez defenderá ante la opinión pública que ha cumplido el 45% de sus compromisos electorales pese a la presión de la oposición

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comparecerá este lunes a las 12:00 del mediodía desde La Moncloa para hacer balance del curso político 2024-2025, marcado por la presión de los escándalos de corrupción, la inestabilidad parlamentaria y el desgaste institucional. En su intervención, Sánchez defenderá que su Ejecutivo ha cumplido ya el 45% de sus compromisos electorales, enfatizando el avance en materia económica y el despliegue de políticas sociales.

Desde el Gobierno subrayan que este ha sido el año “más complejo desde su llegada al poder”, pero consideran que han conseguido “salvarlo con una agenda reformista intacta”. La intención del presidente es reforzar la imagen de continuidad del Ejecutivo y transmitir que la legislatura no solo sigue viva, sino que aún tiene recorrido hasta 2027. Para ello, se apoyará en indicadores económicos y en la ejecución de proyectos financiados con fondos europeos del Plan de Recuperación.

Por su parte, el Partido Popular ha intensificado sus críticas en vísperas de la comparecencia. Su líder, Alberto Núñez Feijóo, ha pedido públicamente que Sánchez “disuelva las Cortes y convoque elecciones ya este lunes”. Según los populares, “los apoyos parlamentarios que sostenían al Gobierno han desaparecido, y el país necesita volver a las urnas”.

Desde VOX, el balance del curso es directamente calificado como “una política de tierra quemada, abonada por el separatismo”, y advierten de que la continuidad del Ejecutivo está sustentada “sobre cesiones inadmisibles y pactos opacos”.

En contraste, el PSOE insiste en que el Gobierno mantiene el rumbo y avanza “pese a la estrategia de desgaste orquestada por la derecha”. Destacan que las reformas económicas, las inversiones productivas y la mejora de las condiciones sociales son elementos centrales del legado que el Ejecutivo quiere dejar para el final de legislatura.

Además, el martes, Sánchez presidirá el último Consejo de Ministros antes del parón estival y, como es habitual, viajará a Mallorca para mantener el tradicional despacho con el Rey Felipe VI, un gesto que pone punto final al curso político antes de las vacaciones.

La comparecencia de este lunes se anticipa como clave para medir la capacidad del presidente de recuperar la iniciativa política, en un contexto de crecientes tensiones institucionales y parlamentarias, y de cara a una posible reconfiguración de alianzas a partir del próximo otoño.