Economía

El Puerto de Algeciras, al borde del colapso tras la salida de Maersk y la exclusión de rutas clave

Puerto de Algeciras

La decisión del Gobierno de vetar buques en 2024 ha provocado que EE.UU. sancione a Algeciras, lo que ya ha supuesto la fuga de rutas a Tánger Med

El Puerto de Algeciras, considerado el cuarto más importante de Europa en tráfico de mercancías, atraviesa uno de los momentos más críticos de su historia reciente. La exclusión de rutas estratégicas, consecuencia de una decisión política del Gobierno en noviembre de 2024, amenaza con situar al enclave logístico “al borde del colapso”.

La polémica se desató cuando el Ejecutivo, apoyado por Sumar, impidió el atraque de dos buques de la naviera Maersk acusados de transportar armas con destino a Israel. Pese a que nunca se aportaron pruebas de tales acusaciones, la medida provocó la reacción inmediata de las autoridades internacionales. La Comisión Marítima Federal de EE.UU. abrió una investigación formal que derivó en un veto sin precedentes: los buques con bandera estadounidense o con mercancías destinadas a ese país ya no pueden operar en Algeciras.

El efecto más inmediato ha sido la decisión de Maersk de retirar al puerto español de su ruta MECL (India/Medio Oriente – Costa Este de EE.UU.), trasladando su escala principal a Tánger Med, en Marruecos. Este puerto ofrece ventajas competitivas frente a los europeos, como menores costes regulatorios y laborales y mayor flexibilidad normativa.

Con este movimiento, España ha perdido un nodo logístico fundamental para el comercio intercontinental. Analistas advierten que, si otras navieras siguen el ejemplo de Maersk, el Puerto de Algeciras quedará relegado a un papel residual, con graves consecuencias económicas y sociales: pérdida de competitividad, inversiones y miles de empleos directos e indirectos.

Estados Unidos ha formalizado ya la exclusión de Algeciras en sus rutas estratégicas, lo que complica la recuperación del tráfico perdido. Esta situación contrasta con la pujanza de Tánger Med, que refuerza su posición como referente en el Estrecho y amenaza con desbancar definitivamente al enclave andaluz como líder del Mediterráneo.

El riesgo de que Algeciras pierda su condición de hub internacional es ahora real. Empresarios y sindicatos portuarios alertan de que, si no se corrige la situación, la degradación de servicios será progresiva: reducción de escalas, menor inversión en infraestructuras y, finalmente, pérdida masiva de empleo.

El Puerto de Algeciras, clave en la conexión entre Europa, África y América, podría ver comprometido su futuro por decisiones calificadas en el sector como “improvisadas e ideológicas”.