Izquierda Española arremete contra el confederalismo fiscal y tilda el acuerdo entre el Gobierno y Cataluña de “cupo encubierto”
Guillermo del Valle denuncia que la cesión del IRPF a la Generalitat fractura la Hacienda común y allana el camino al fraude y la desigualdad entre territorios
El secretario general de Izquierda Española, Guillermo del Valle, ha lanzado una crítica contundente contra el acuerdo alcanzado esta semana entre el Gobierno central y la Generalitat de Cataluña para permitir que esta última recaude directamente el IRPF de sus contribuyentes. Según Del Valle, esta medida representa “el descabezamiento de la Hacienda común” y supone una cesión que abre la puerta a “un cupo catalán”, comparable al régimen foral vasco y navarro, que históricamente ha sido criticado por su falta de equidad interterritorial.
En declaraciones a Servimedia, el líder de Izquierda Española ha advertido que esta fórmula no es una solución técnica, sino un pacto político opaco que, además, socava los principios de solidaridad y cohesión del Estado. “No se puede criticar el 'dumping fiscal' de Ayuso y a la vez defender el confederalismo fiscal”, ha sentenciado Del Valle, en referencia a la postura contradictoria que, en su opinión, mantienen partidos como el PSOE, Sumar o Podemos.
Críticas al modelo foral y al principio de ordinalidad
Del Valle denunció que el actual sistema de concierto económico que se aplica en País Vasco y Navarra ya genera desigualdades profundas, y alertó que su extensión a Cataluña multiplicaría estos efectos por el peso económico y demográfico de esta comunidad. “El germen de la discordia ya está sembrado”, aseveró, advirtiendo que otras autonomías no tardarán en reclamar “privilegios fiscales similares”.
El dirigente también arremetió contra el principio de ordinalidad, incluido en el acuerdo como garantía de que Cataluña no pierda posiciones relativas por su aportación a la solidaridad. Lo calificó como “una negación de la redistribución”, comparándolo con una hipotética exigencia de Amancio Ortega para seguir siendo el más rico de España incluso después de pagar impuestos. A su juicio, es una muestra más de que “el nacionalismo no cree en la existencia de una comunidad política común”, solo en vínculos internos, como entre Barcelona y Girona, pero no entre Cataluña y regiones como Extremadura o Castilla-La Mancha.
Riesgos de fragmentación fiscal y aumento del fraude
Uno de los argumentos más insistentes del líder de Izquierda Española es que esta fórmula conlleva una fragmentación de la Agencia Tributaria, lo que debilita la lucha contra el fraude fiscal al dificultar la coordinación y el acceso integral a la información por parte del Estado. Del Valle recalcó que los acuerdos para fijar el cupo o la cantidad que Cataluña entregaría al Estado central son, en la práctica, negociaciones cerradas en despachos sin transparencia ni criterios técnicos objetivos.
“No estamos ante un modelo federal, sino ante un disparate confederal que rompe la caja común y beneficia a las regiones más ricas en detrimento de las más desfavorecidas”, insistió.
Un modelo alternativo: progresividad y unidad fiscal
Izquierda Española defiende un modelo fiscal progresivo y equitativo en el conjunto del país. Aboga por mantener y fortalecer figuras como el Impuesto de Patrimonio, el de Sucesiones y Donaciones, y por evitar bonificaciones que alimenten la competencia fiscal entre comunidades autónomas.
A diferencia del enfoque del PSOE o Sumar, su propuesta pasa por reforzar la capacidad fiscal del Estado central, igualar el tratamiento fiscal de las rentas del capital y del trabajo, y oponerse rotundamente a cualquier tipo de concierto económico o fragmentación recaudatoria. En palabras de Del Valle: “No se puede defender la redistribución y, al mismo tiempo, fomentar modelos fiscales que benefician a quienes más tienen”.
El secretario general cerró su intervención con un llamamiento a la coherencia política: “Criticar el dumping fiscal y a la vez abrazar el confederalismo es insostenible. Hay que elegir: o redistribución o privilegios. Las dos cosas no caben”. Su posicionamiento refuerza el mensaje de que, frente al avance de fórmulas asimétricas, aún hay fuerzas que apuestan por un Estado con una Hacienda común y solidaria.