Guerra política por las residencias: el PSOE-M acusa a Ayuso de privatizar mientras la Comunidad defiende su plan
Los socialistas exigen centros 100% públicos y rechazan el modelo de colaboración público-privada del Gobierno regional, mientras Ayuso asegura que su plan garantizará más plazas y mejor atención
El enfrentamiento entre el PSOE-M y el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso ha escalado con el Plan de Residencias anunciado por la Comunidad de Madrid, que prevé la construcción de 40 residencias y 40 centros de día para mayores antes de 2030. Mientras Ayuso defiende la fórmula de colaboración público-privada, los socialistas denuncian un "gran plan de privatización" y exigen que los nuevos centros sean de titularidad y gestión pública.
Alcaldes socialistas en pie de guerra
Liderando la oposición a este modelo, Candelaria Testa, alcaldesa de Alcorcón, ha reclamado más recursos y plazas para atender a los 40.000 mayores del municipio. Testa ha recordado la polémica gestión de la pandemia y los llamados "protocolos de la vergüenza", responsabilizando a la Comunidad de Madrid por la falta de atención en las residencias.
Por su parte, la alcaldesa de Getafe, Sara Hernández, ha enviado una carta a la consejera de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, Ana Dávila, criticando que, tras más de diez años de promesas, las residencias siguen sin construirse. Hernández ha dejado claro que su Gobierno solo cederá suelo si se garantiza una gestión pública y con mejores ratios de personal y atención.
El Gobierno de Ayuso contraataca
Desde la Comunidad, la respuesta ha sido tajante. Jorge Rodrigo, consejero de Vivienda, Transportes e Infraestructuras, ha advertido que los municipios que bloqueen el plan "se arrepentirán" y ha defendido el modelo de colaboración público-privada como una solución efectiva y sin coste excesivo para las arcas públicas.
Mientras, el consejero de Presidencia, Justicia y Administración Local, Miguel Ángel García Martín, ha asegurado que más de diez municipios socialistas sí están interesados en participar en el plan, contradiciendo la postura del PSOE-M y defendiendo la política del Ejecutivo autonómico como "útil y beneficiosa para todos los ciudadanos".
La batalla por las residencias en Madrid está servida, con la izquierda exigiendo más control público y Ayuso defendiendo su fórmula mixta como la mejor solución para garantizar la atención a los mayores.