El Pantano de San Juan, el destino favorito de los madrileños para combatir el calor sin salir de la región
La playa Virgen de la Nueva, única con bandera azul en Madrid, recibe cada verano a decenas de familias que buscan disfrutar del agua con seguridad y naturaleza
Decenas de madrileños han elegido el Pantano de San Juan como su lugar predilecto para disfrutar del verano sin salir de la comunidad autónoma, especialmente en la playa de la Virgen de la Nueva, la única zona de baño de la región con bandera azul, distintivo que garantiza la calidad del agua, la seguridad y la sostenibilidad medioambiental.
Desde primera hora de la mañana, los visitantes acuden al embalse con todo lo necesario para pasar una jornada de ocio: sillas, sombrillas, mesas, neveras portátiles, flotadores, pérgolas e incluso carpas familiares. La preparación es minuciosa para poder disfrutar al máximo de este enclave natural que combina naturaleza, sol y agua en un entorno vigilado y accesible.
Quienes madrugan consiguen situarse en primera línea de playa, mientras que otros optan por llegar en horario más avanzado y aprovechar el ambiente más distendido de la tarde. El Pantano de San Juan, situado entre los municipios de San Martín de Valdeiglesias y Pelayos de la Presa, ofrece una alternativa refrescante en plena Sierra Oeste madrileña, con fácil acceso y espacios habilitados para el baño y las actividades recreativas.
No obstante, las autoridades sanitarias y los servicios de emergencia insisten en la importancia de mantener la precaución durante el baño, sobre todo en las zonas no autorizadas. La vigilancia y los dispositivos de socorro se mantienen activos, pero el aumento de bañistas exige responsabilidad individual para evitar incidentes.
Además de nadar o tomar el sol, la playa de la Virgen de la Nueva también es un punto de interés para quienes practican deportes náuticos, como el paddle surf, el piragüismo o las motos acuáticas, lo que convierte el pantano en un destino versátil para todo tipo de públicos.
El Pantano de San Juan continúa posicionándose como la “playa de Madrid” por excelencia, un enclave natural que cada verano atrae a más visitantes gracias a su cercanía, calidad de servicios y el distintivo de bandera azul que lo diferencia del resto de espacios acuáticos de la región. Eso sí, siempre con el recordatorio de que no todas las zonas del embalse son aptas para el baño, por lo que se recomienda acudir únicamente a los puntos autorizados.