El sentido de mis letras...

Vivir es nuestro oficio

Recuerdo la primera vez que vi una de las películas de Piratas del Caribe, y alguna vez me viene a la cabeza ese barco sin viento en las velas, la tripulación rara, muy rara, en un mar de oscuridad desnuda, rodeada de miedo. Ese navío me pareció una imagen acertada del mundo ya hace unos cuantos años : una atmósfera del barco con metáforas, situaciones, diálogos, cuyos motivos tenebrosos pero penetrantes, son casi siempre los mismos. ¿Qué metáfora? La repentina oscuridad, esa línea de sombra de la que el barco no puede salir, como si cumpliera una incomprensible condena; la inmovilidad de los hombres desocupados, los cuerpos vencidos por otro mundo o la desesperanza, como sombras abatidas entre los fardos con abstracta mercancía o los montones de cabos enrollados... ¡Y mucho silencio aunque esa tripulación hablara de forma fantasiosa! Recuerdo una frase de Jack London, novelista estadounidense : “la función propia del hombre es vivir, no existir. No perderé mis días tratando de prolongarlos. Voy a aprovechar mi tiempo”. Y en eso está la humanidad de hoy, entre el abatimiento y el oficio de la vida. Creo que en estas situaciones lo pequeño y lo grande nos ayudan. También en lo pequeño hay otro mundo, ese tiempo vacío puede llenarse de nosotros mismos, de las cosas olvidadas que arrastramos, detenernos en ellas, y el eslogan de que la desgracia nos hará más fuertes, es eso, un eslogan, ya que en nosotros está la fortaleza, porque la desdicha no nos engrandece ni nos hace mejores, nos roba la alegría... ¡Vivir es nuestro oficio!