Vacunarse a los 65
Después de constatar la relativa eficacia de la vacuna frente al Covid y del nombramiento de Bob Kennedy como Secretario de Salud del Gobierno Trump, el escepticismo frente a las vacunas sigue vigente. Una persona de mi entorno, 62, ha sufrido una sepsis por neumococo que le ha tenido cercana a la muerte. El hecho de que previamente estuviera vacunada frente a ese germen ha desatado las críticas en el entorno familiar, llegando alguno a insinuar que la vacuna pudo ser el desencadenante de la sepsis. Mi explicación de lo ocurrido es diferente, esta persona había sufrido un linfoma previamente y su sistema inmunitario estaba debilitado por lo que la capacidad inmunogénica de la vacuna ha sido mucho menor.
Si acudimos con 65 años a la consulta de Atención Primaria nos pueden ofrecer vacunarnos frente a la gripe, el Covid, el herpes y el neumococo, ¿nos las ponemos todas? Del caso anterior deberíamos aprender que una inmunidad natural conservada es lo más importante para prevenir episodios infecciosos, además de generar una inmunogenicidad mayor frente a las vacunas. Es cierto que con la edad la inmunidad se va resintiendo pero que no todas las personas de 65 años son iguales, lo que cuestiona las reglas fijas de vacunación en adultos. Lo que está claro es que te vacunes o no, lo más importante es tener una buena inmunidad, el problema es cómo podemos conseguirlo.
Las recomendaciones son muy claras, pero muchas de ellas están fuera de nuestro alcance por diferentes circunstancias. Hacer deporte al aire libre, una alimentación equilibrada, controlar el peso y la ingesta excesiva de alcohol, no fumar, tener un entorno familiar y social estable, una mente ocupada, no tener preocupaciones económicas y en general tener actividades (hacerse del Madrid, por ejemplo) que nos procuren un buen estado de ánimo. Not easy.
Se preguntarán quién me ha dado ‘vela en este entierro’. Habiendo sido Director de la Agencia Española del Medicamento y ocupado puestos directivos en la industria farmacéutica, he tenido la oportunidad de ser ‘cocinero antes que fraile’, lo que me permite tener una postura informada y no politizada sobre este delicado asunto.