Un «tocomocho» moderno
En todo timo bien pergeñado existe un ‘listo’, uno ‘que se hace el tonto’ y un ‘membrillo’. La compañía ‘23andMe’ ha tenido estos días una cierta repercusión en la prensa por su reciente bancarrota, pero no se ha explicado bien el fondo del problema, se trataba de un ‘timo de la estampita’ en la era digital.
En esta estafa el ‘listo’ era Anne Wojcicki, esposa de uno de los fundadores de Google y creadora de ‘23andMe’, empresa que ofrecía un perfil genético a cambio de enviar una muestra de saliva y un pago de entre 100 y 200 dólares en función de los datos requeridos. El que se ‘hacía el tonto’ era cualquier famoso que se prestase a explicar en público que gracias a ese test conocía la procedencia de sus ancestros y el riesgo de padecer determinadas enfermedades. Incluso, en 2018, se aprovechó el Mundial de Fútbol en Rusia para vender a los crédulos hinchas la posibilidad de que supieran cuál era el verdadero equipo que se correspondía con su perfil genético. Los ‘membrillos’ fueron, por supuesto, los millones de personas que picaron.
El problema de fondo era que la información que proporcionaba ‘23andMe’ carecía de valor real para conocer lo que prometía. Se basaba en una visión simplista y determinista de la genética que proporcionaba información irrelevante. El núcleo de la estafa consistía en que los datos genéticos de los millones de clientes se vendían a compañías farmacéuticas que los utilizaban para desarrollar medicamentos, incluso ellos mismos crearon su propia farmacéutica. Como los clientes no leían la letra pequeña de las condiciones que aceptaban, no pudieron reclamar legalmente.
Lo interesante de este asunto es que la bancarrota ha venido derivada de la fuga de datos que generaron unos hackers y que vendieron en la ‘dark web’. La compañía no ha podido hacer frente a las reclamaciones millonarias que han sufrido por la brecha de seguridad en sus datos. Salvando las distancias, ha sido un caso parecido al de Alphonse Capone que no pudo ser acusado de sus actividades mafiosas, pero que fue enganchado por un delito frente a Hacienda.