¡Qué tristeza ver bajezas!
LA MIRADA DE ULISAS, que escudriña en los libros lo que los autores escriben para conocer mejor el universo de las vivencias y sus emociones, aprende cada día más sobre la condición humana y sus alcances. Resulta difícil vivir todas las circunstancias para hacerse una idea sobre las posturas que el ser humano adquiere o sobre las realidades que aparecen con lecciones de vida para el crecimiento personal, (si es que el individuo está dispuesto a sustraer de sus experiencias el mensaje que encierra cada suceso como tal). Ya Malraux en su novela “La Condición Humana” desarrolló el tema con lujo de detalles y propuestas para filosofar más intensamente sobre las bajezas, las reacciones y acciones del ser humano frente a determinados contextos. La novela publicada en 1933 se basa en una detallada exploración de la revolución china con el despliegue de personajes que van tomando forma y contenido según los sucesos que se les van presentando. La obra se detiene en la lucha revolucionaria con la violencia política que deriva y aborda la moral, la ética y las motivaciones individuales en situaciones límite. Se regodea en la psiquis de sus personajes y analiza sus conductas. Permite adentrarnos en cada escenario para lograr un estudio de la condición humana.
Lo que le da pie y ojo a la mirada de Ulisas para hablar de lo vivido en estos últimos días en Israel. Está librando su peor guerra para asegurarse la existencia y quizá la del Occidente. Bajo la amenaza de una bomba nuclear combate como un león. Encarna un peligro que no parece ser tomado con la seriedad que amerita ni la trascendencia a la que se puede llegar al comprometer otras democracias y el bienestar del planeta. Numerosos antisemitas anhelan la destrucción total de la Tierra Prometida y de su población. Y el corazón de Ulisas se pregunta: a ver, ¿quienes se comportan como genocidas, si desean aniquilar al pueblo más antiguo de la Humanidad?
La mirada de Ulisas tiene amigos de todo tenor porque ama escuchar a la gente, entender desde donde salen sus puntos de vista y cuál es el motor que anima a cada persona a hablar o disertar a su manera con los argumentos que maneja. Lo que le parece absurdo, y debe relacionarlo por la infamia que conlleva, es que ciertos intelectuales de peso con formación en muchas áreas del conocimiento, una vez que mencionan el conflicto del Medio Oriente se permiten esgrimir todo tipo de teorías al respecto y cuando se les ofrece otros argumentos, los dejan caer en el vacío. Ya no están dispuestos a beber de las palabras que contengan otras verdades sustentadas en hechos precisos e históricos. Los análisis que no correspondan a sus creencias para definir lo que sucede y que resulten ajenos a sus prejuicios, tienen como respuesta una rociada de conceptos que sacan a relucir el flagrante antisemitismo o la judeofobia que impera con sesgos muy precisos. Las expresiones empleadas pierden su sentido, como la vil acusación de que los israelíes matan niños y a civiles palestinos a voluntad con el fin de exterminar a los habitantes de Gaza. Es el decir de los que mantienen ese discurso. Habría que ir al diccionario para conocer a fondo lo que significa la palabra genocidio, empleada a la ligera y sin el contenido cierto para atribuírselo al contexto geopolítico y las circunstancias que vive Israel. Tiene el ejército “más moral” que existe y no por cumplir con las normas dictadas por organismos internacionales, sino por los mandamientos con los que ha vivido el pueblo desde las primeras leyes de conducta impresas en las Tablas de la Ley: los famosos mandamientos Dictámenes que conducen a un mejor comportamiento y una convivencia que permite desarrollo y progreso. Es lo que ha regido al pueblo judío desde que aceptaron esas normas de vida como guía para la existencia. Y hay que reconocerlo: ponen la barra alta ante el mundo, que no siempre está dispuesto a aceptarla, como tampoco lo hacen algunos judíos que no se comportan a la altura, pero son tan escasos que los reseñan muy rápidamente en los medios de comunicación como para hacer creer que todos los judíos hacen lo mismo. Destacan que son judíos cuando en realidad cuando se relaciona alguna fechoría por parte de un malhechor, jamás escriben ni hacen hincapié en su religión. ¡Dato curioso y muy revelador! La mirada de Ulisas constata que los judíos en general siguen y obedecen las leyes que los unen en sus prácticas con principios y valores que les identifican. En cambio, se observa que en otra cultura el asesinato es aprobado y premiado con algo tan absurdo como vírgenes que esperan al homicida en el edén, como un estímulo y el tributo a sus crímenes. En el judaísmo sólo se permite matar en caso de autodefensa por considerar que la vida es extremadamente valiosa. Si se analiza adecuadamente y sin obcecaciones ni ideas preconcebidas el ¿por qué Israel ataca o contraataca? se entiende que está ejerciendo su derecho a la supervivencia y a seguir siendo el pueblo que es. Prevalece gracias a muchos milagros que tiene en su haber. Lo acontecido en los últimos días sólo puede tener un referente que no se entiende, porque va allende toda lógica. Muchas personas se interrogan: ¿cómo una nación tan pequeña, pero jamás en su dimensión espiritual ni en su fortaleza de ser y permanecer, ha podido oponerse a tantas confrontaciones a la vez en diferentes frentes y salir victoriosa de sus enemigos? Además, sabiendo que no son pocos y bien feroces.
La idea de este artículo no es hacer una defensa de Israel como debería ser el caso, sino el de referirse a las bajezas a las cuales se ha visto desafiada la mirada de Ulisas, que cuando no prima el argumento en las discusiones propiciadas acerca del tema, que resulta espinoso, sale la flecha de la ofensa o simplemente el corte con el discurso que no se parezca al del contertulio. Ya no hay con quien dialogar, sólo la injuria toma un puesto de honor que no se entiende cuando se pretende un cruce de evidencias o para ser prudente, el mero señalar las frases que prueben lo contrario. Entonces, la gran pregunta que se hace la mirada de Ulisas, llena de desconcierto: ¿por qué la humillación es la respuesta a la falta de argumento de no querer enfrentar la realidad del otro, que pide respeto y tolerancia para sus puntos de vista basados en realidades que le saltan a la vista, como en el caso de la mirada de Ulisas. Anhela mantenerla nítida y dispuesta al diálogo para que su campo de visión se amplíe y no se cierre al punto de vista de los demás. Trata de evitar caer en iniquidades o en groserías. Y desea referirse al comentario del famoso médico, científico y poeta Ernesto Kahan, quien dice: ¿qué prefieres para eliminar judíos, crematorio o arma nuclear? La mirada de Ulisas presiente que el judío ya no se va a dejar amedrentar. Está en su derecho y el deber de luchar por su vida y la de sus semejantes.