Un político realista y optimista
“Algo se muere en el alma cuando un amigo se va”. Estas sevillanas del amigo reflejan muy bien el dolor que se siente cuando un amigo verdadero desaparece porque fallece o cuando, por otros motivos, se rompen las relaciones de amistad.
Algo parecido he sentido, cuando mi amigo Jorge Hernández Mollar nos dejó hace unas semanas. Nuestra amistad surge hace unos años, cuando un amigo en común nos puso de acuerdo, para intercambiar experiencias para mejorar nuestros blogs y aumentar su difusión. El blog de Jorge, que te recomiendo visitar, tiene como título “Desde mi nube” y es considerado como un blog sobre política. Su dirección es: www.johermol.es
A partir de ese momento, comenzó una comunicación casi diaria. Normalmente era una conversación telefónica, aunque aprovechábamos mis visitas a Málaga para tener una comunicación verbal y no verbal en las que, además de hablar de nuestros blogs, fui conociendo a Jorge, su historia, su vida, su familia, su fe y sus opiniones sobre muchos temas. Me impresionó su categoría humana y profesional como político. Hablaba serenamente, te miraba a los ojos y mantenía una sonrisa que inspiraba confianza. Enseguida te sentías comprendido y querido.
En su blog se definía como vitalista y optimista. Respetuoso con las personas sin distinción y los derechos humanos, a continuación, añade: Me licencié en Derecho por la Universidad Complutense Madrid. He sido funcionario del Cuerpo Superior de la Administración de la Seguridad Social y en mi actividad política he desempeñado cargos orgánicos en el Partido Popular y he sido Senador, Diputado a Cortes y Diputado al Parlamento Europeo.
Con este currículo podría parecer que solo hablaba y escribía sobre política. Sin embargo, los temas que trata en su blog reflejan muy bien los temas que le interesaban: además de la política nacional y de Andalucía, aparecen otros como Iglesia, justicia, religión, poesía, deporte, sociedad, etc. Siempre me pareció un humanista vitalista y realista, con una profunda confianza en Dios, alegre, optimista, con muchos amigos.
Jorge era Supernumerario del Opus Dei, fiel a su vocación buscaba la santidad en medio de las circunstancias de cada día. En las conversaciones, ponía de manifiesto su profunda fe, se sentía hijo de Dios, con mucha ilusión apostólica y profesional y su inmenso cariño por su esposa e hijos y por sus amigos.
Enseguida empezó a publicar en prensa digital para llegar a muchas personas y difundir su espíritu de servicio, su afán por ayudar a todos sus lectores, hacerles pensar y sobre todo facilitar la difusión de un enfoque realista y optimista de los temas que trataba en los artículos de su blog y que después publicaba en la prensa. La calidad de sus artículos, su ilusión por tratar temas de candente actualidad y otros más profundos, facilitó que enseguida empezó a publicar en prensa de Melilla, su ciudad natal, y de Málaga donde vivía. También en otros diarios de ciudades donde tenía amigos, como Segovia. Al final de cada artículo de su blog aparecen los enlaces a los diferentes medios donde se habían publicado: El Confidencial Digital, Woman Essentia, El Diario de Madrid, etc.
Me emocionó el artículo donde narraba sus reflexiones del día cuando le comunicaron que tenía cáncer. Lo tituló “La enfermedad, una fuente de sabiduría”. Por ejemplo, decía “puede ocurrir que cuando la hora y el día de nuestro tiempo señalan el límite de nuestras fuerzas y energías que nos acompañaron durante los años de nuestra intensa actividad social y profesional, aparezca repentinamente una “enfermedad”, que afecte a nuestro cuerpo en fase ya del natural desgaste y envejecimiento por el transcurso del tiempo.
En otro artículo titulado “Habitación 613”, muestra su agradecimiento a todo el personal sanitario que le cuidaron, diciendo que “Cuidar es una de las labores clave que se realizan en la sociedad y esa labor nos compete a todo” (..) “Hoy he querido convertirlo en un aplauso y agradecimiento personal, hacia quienes durante día y noche me cuidaron con una más que demostrada profesionalidad y generosidad, durante mi larga estancia en la Habitación 613 del Hospital Regional de Málaga.
Jorge aceptó su enfermedad y el tratamiento, con paz y serenidad, siendo consciente de que si Dios lo permitía era para su bien, para su santidad. Desde entonces en nuestras conversaciones, tratamos temas más profundos, más sobrenaturales, la otra vida y su llegada al cielo por la misericordia divina. Enfocaba los temas con una nueva perspectiva, y dejó de interesarse de otras cuestiones de menos importancia para la vida de las personas.