Polarización está de moda, el respeto en desuso
Buenos días, tardes, noches, lectores de el Diario de Madrid, Cada tiempo tiene sus propias características, sus temas recurrentes y palabras que con anterioridad eran testimoniales y en un momento determinado los más «progres» y los más «cool» las adecúan a su lenguaje en muestra clara de querer estar en la «onda». He aquí que en los últimos meses la palabra «polarización» se ha destapado como coloquial y frecuente para explicar que en España hay dos tendencias de pensamiento, dos ideologías cada vez más lejanas, en polos opuestos, para ser más entendibles.
Hace pocas fechas leí un artículo escrito por la madrileña Eva Barro, escritora que atesora más de cien premios literarios gracias a la calidad mostrada en sus relatos y novelas. En su recopilación de relatos del libro «Ecos de Aula», publicada por Bohodón Ediciones, y más concretamente, en el cuento titulado «Jornada educativa», merecedor del premio Leopoldo Lasala en Zaragoza, nos habla de un concepto indispensable para el desarrollo positivo de cualquier tipo de sociedad: EL RESPETO.
Con la intención de conocer de primera mano la opinión al respecto, me puse en contacto con Eva Barro y estas fueron sus reflexiones:
—Quienes me conocen saben que mis dos pasiones son la educación y la literatura. Hay muchos denominadores comunes entre las dos facetas y uno de los más importantes es el RESPETO; permíteme que lo escriba con mayúsculas para devolverle la importancia de la que cada día más se le intenta despojar.
En el ámbito académico, el respeto viene a estar a la altura del aire que se respira en los colegios porque no es posible que los maestros cumplan con su noble tarea de enseñar y los alumnos con su indispensable obligación de aprender en un ambiente enrarecido como el que poco a poco asfixia a la escuela. Respeto entre compañeros, entre alumnos y profesores, y respeto entre las familias y el equipo docente en el que los padres depositan la instrucción de sus hijos y de los que esperan colaboración para afianzar los valores que en el seno del hogar han de inculcarse.
Como escritora, me preocupa reflejar esta realidad incontestable en mis obras. En el medio literario, el respeto ha de recuperar su puesto entre los principales valores que caracterizan la relación entre escritor, libro y lector. En el proyecto Visibilidad, el Gran Reto, tenemos esta línea de pensamiento y actuación como uno de los principales objetivos, por eso abogamos por cuidar la calidad literaria de nuestras obras respetando la honestidad ante el lector. La belleza del libro como objeto requiere una edición esmerada y su contenido ha de ser correcto en cuanto a forma e interesante en su fondo. No, no todo vale. Para conseguir una sociedad más justa, menos distante y no ahondar en posibles aspectos de discordia la cultura es fundamental; abogo por una literatura que tenga como elemento básico EL RESPETO.
Las palabras de Eva Barro invitan a ser suscritas por las personas que defienden la diversidad en un entorno de educación, de RESPETO. Pidamos ese bello deseo para el nuevo año.