Pedro Sánchez y Mazón. Dimisión más dimisión
Tanto el uno como el otro se han lucido ante una situación que deja mucho que desear. Y es que ambos presidentes dieron la nota y siguen dando la nota ante ese momento cruel que se ha hecho irreversible, porque ya no hay quien salve vidas y tampoco hay quien salve lo demás. Ambos políticos están condenados a responder ante todos nosotros por la gestión realizada durante los días tenebrosos. Uno huyó por miedo y el otro - que tal baila – por miedo se escondía. Se agazapaba - como un gazapo asustadizo - justo detrás del Rey Felipe VI para que nadie lo viese ¡Qué vergüenza de presidentes! ¡Qué asco de presidentes! Ambos deben dimitir y deben pedir perdón a los valencianos y al resto de los españoles.
Esta fue la tragedia que se cebó con los valencianos y los puso al límite cuando el agua se llevó por delante mucho más de lo que hubiéramos podido imaginar y, es que los seres humanos no terminamos de darnos cuenta de que nuestras limitaciones son notablemente escasas y que la fuerza de la naturaleza actúa sin que seamos capaces de detenerla. Pero la prepotencia de nuestros gobernantes - la chulería de nuestros gobernantes - sigue entumeciéndonos, y tal circunstancia invita a meditar y a seguir aceptando que somos mucho menos de lo que pensamos que somos, y que ellos, esos inútiles gobernantes, no son nada. Son solamente los personajes siniestros que habíamos elegido para que se ocupasen de nosotros y de España, pero se ocupan solamente a sí mismos, de sus cenas, comidas suntuosas, falcon, viajes, negocios, y de otras muchas cosas que otro día contaré. Les importamos un bledo.
Es la política endiablada y frágil que entorpece todo lo que toca. Es la política del “Aquí estoy yo y seguiré estando yo”. Es la política de la pedantería, de la prepotencia, del narcisismo, de la desilusión y del fracaso. Es la política de “Me lo merezco todo”, del “Yo soy el presidente”. Andrea Quintero, la hija del periodista Jesús Quintero dijo con mucha valentía estos días pasados que entre todo esto que sucede late la muerte del periodismo. Y creo que es así, porque Jesús Quintero y Andrea Quintero son de esos periodistas valientes que no se venden por nada, que no se dejaban intimidar por los fuegos fatuos con que los políticos pretenden iluminarnos y asustarnos. Ambos son auténticos referentes. El periodista Fernando Ónega también aseguró recientemente en una entrevista en El Español que le cuesta mucho trabajo pensar que ambos presidentes no supieran nada. El escritor y periodista Pérez Reverte también dijo estos días pasados en “El Hormiguero” que estaba indignado y que la incompetencia de Mazón está unida a la incompetencia del Gobierno de España. Incluso afirmó que a la incompetencia y a la desidia se suma la mala fe. Pero ya hay muchísimos españoles que no estamos de acuerdo con la actuación del Gobierno Valenciano ni con la del Gobierno de España.
Me da pena que tengamos que meditar cuando suceden cosas importantes y no pongamos medios antes de que sucedan. Esos gobiernos a los que me refería deberían de estar más atentos a las catástrofes que nos acechan y deberían ser más diligentes a la hora de decidir. Pero para ellos la política barata es lo primero. Solamente les importan sus partidos políticos y sus egos personales. Eso está por encima de todo lo demás. Porque la mediocridad nos asiste, la ramplonería nos asiste, la zafiedad nos asiste… pero no solo a nosotros, les asiste a ellos, a NUESTROS POLÍTICOS, porque no dan para más. No dan la talla. Son, en definitiva - haciendo un juego premeditado de palabras con una de las obras literarias más importantes de Nuccio Ordine - “LA INUTILIDAD DE LO INÚTIL”.
Nuestros representantes políticos son “más de lo mismo”, son patéticos, huecos, y lamentables. Hicieron todo a destiempo y asustados. Tan asustados que el Presidente del Gobierno huyó despavorido por la vereda del barro que no mancha y el Presidente de la Comunidad Valenciana se escondió detrás del Rey. Porque el Rey de España y la Reina dieron la cara y, a pesar de todo, de los insultos, de los nervios, del abandono… Consolaron a los que necesitaban consuelo y escucharon a los que necesitaban hablar.
Pero los presidentes de España y de Valencia se lavaron las manos como Pilatos, se echaron la culpa el uno al otro, se justificaron como se justifican los cobardes. Pues sé y sabéis vosotros que las personas cobardes son las que siempre abandonan en situaciones difíciles.
Pido la dimisión de Sánchez y Mazón.