Prisma Internacional

El largo viaje de Paul Celan, una historia europea entre el Holocausto, el exilio y el suicidio

Celan, que había nacido en la Bucovina rumana, se suicidó arrojándose al río Sena desde el puente Mirabeau en la noche del 20 de abril de 1970 tras un largo periplo sin retorno al origen por Cernăuți, Bucarest, Buzau, Viena, Jerusalén y París. 

El poeta Paul Celan, uno de los mayores escritores en lengua alemana, paradójicamente, del siglo XX, es una metáfora viva, en todos los sentidos, de esa época. En la ciudad de Cernăuți -hoy Chernivtsi, Ucrania-, en la remota región de Bucovina, allá donde acaba Europa pero no se sabe si comienza, nació el 23 de noviembre de 1920 Paul Pésaj Antschel, que pasaría a la historia de la literatura como Paul Celan. 

Celan nació en el seno de una familia judía, ortodoxa y sionista para más señas, y después de cursar estudios de secundaria marchó a Francia a estudiar medicina en la ciudad de Tours. Después regresó a Cernăuți, pues Celan estaba muy unido a su familia, especialmente a su madre. Sin terminar sus estudios en medicina, Celan ya no pudo regresar a Francia porque había estallado la Segunda Guerra Mundial y la situación en Europa era terrible. Se matriculó en Cernăuți en lenguas románicas, filología germánica y literatura y se mantuvo muy activo en la vida cultural de la ciudad. 

Sin embargo, muy pronto comenzaron los cambios territoriales en la región de Bucovina y los mismos tendrían un fuerte impacto en la vida judía de la ciudad, incluyendo a su familia. Cernăuți fue ocupada varias veces en un corto período de tiempo.. El 5 de julio de 1941, las tropas rumanas retomaron Cernăuți, tras un breve periodo de control soviético, como parte del ataque de las tropas del Eje (Alemania, Italia, etc.) contra Rusia. Al día siguiente, las tropas alemanas entraron en Cernăuți y, como en otras partes de la Europa ocupada por los nazis, comenzaron las persecuciones de los judíos. En dos meses se implementaron las regulaciones contra los judíos. 

El Holocausto y Celan

En este periodo las fuentes que he consultado varían sobre la suerte del escritor, pero lo que sí es seguro es que fue enviado a un campo de trabajos forzados y sus padres deportados a campos de exterminio. Primero, los judíos de Cernăuți fueron recluidos en un gueto, de forma que en 1942, mientras estudiaba en la universidad de su ciudad natal, sus padres sufrieron en sus carnes la persecución a los judíos. Su padre pereció de tifus en uno de esos campos -otras fuentes dicen que fue gaseado- y su madre fue asesinada. Al parecer,  su madre, Friederike Antschel (Fritzi Schrager), sobrevivió poco tiempo a la muerte de su marido. Tan debilitada que no podía trabajar, fue asesinada en el invierno de 1942-1943 en Mihailovka por un guardia de las SS de origen lituano llamado Zelinska

Enviado al gueto de Cernăuți, Celan logró fugarse, pero finalmente fue internado más tarde en el campo de concentración de Tăbărești, cerca de la ciudad de Buzău, allí, en un ambiente frío y hostil, fue obligado a cavar la tierra.  Pese a todo sobrevivió para ver el fin del nazismo, aunque la muerte de su madre, a la que adoraba hasta la devoción, fue un duro golpe que nunca superó y dejó presente en alguno de sus poemas.

Una vez terminada la Segunda Guerra Mundial, en la que habían sido asesinados sus padres como hemos contado, algunos de sus mejores amigos y muchos familiares, Celan no quería vivir en una ciudad que para él ya había muerto. A finales de 1945 se vio obligado a abandonar la ciudad amada de la infancia para encontrar un lugar donde ponerse a salvo y encontrar un nuevo camino. 

Ese lugar donde ponerse a salvo y comenzar una nueva vida era la capital rumana, Bucarest, donde Celan se estableció en el otoño de 1945. El escritor llegó a Bucarest con el alma dolorida, sufrimiento que ocultaría y del que no hablaría jamás, solamente lo expresaría en sus poemas. El periodo de más de dos años que pasó en la capital rumana sería prolífico, de gran creatividad y satisfacción profesional, de aire bohemio y de importantes amistades que nunca olvidaría. Pero en aquellos años, entre 1945 y 1948, ya se notaba el ambiente asfixiante, opresivo e irrespirable del régimen comunista en ciernes y Celan toma la decisión de marcharse para siempre. 

De Bucarest a París 

Una vez concluida su estancia en Bucarest Celan huyó en un camión soviético hacia la capital de Austria, Viena, donde pasaría un breve periodo de tiempo y desde donde partiría, en 1948, a París. Finalmente, Celan se instaló en Francia huyendo del comunismo y de los fantasmas del pasado, que ya en aquel entonces le atormentaban y no le dejaban dormir.

Celan obtuvo la nacionalidad francesa e impartió clases de alemán en la Escuela Normal Superior de París. Se casó con la pintora Giselé Celan-Lastrange, nacida en el seno de una vieja familia aristocrática, conservadora y muy religiosa, de la que tuvo dos hijos (el primero fallecido a los pocos años) y que padeció severamente las infidelidades de su esposo con la poeta Ingeborg Bachmann. Vivió en París intensamente, escribió con frenesí, dando conferencias, cursos y llevando una vida social y cultural intensa, pero también realizó numerosos viajes a Alemania, Suiza e Israel.  Visitó el Estado hebreo entre el 30 de septiembre y el 17 de octubre de 1969. Esta visita fue un reencuentro con su alma judía, como recomponer el cordón umbilical con su madre asesinada y reconciliarse con el padre ortodoxo y sionista que le quiso inculcar unos valores sólidos al joven Celan, que ahora los recibía con una gratitud tardía.

Sin embargo, presa de varias enfermedades mentales, padecimientos emocionales, delirios y traumas derivados de su experiencia vital, Celan se suicidó arrojándose al río Sena desde el puente Mirabeau en la noche del 20 de abril de 1970, como tantos otros creadores que acabaron con sus vidas tras haber sobrevivido al Holocausto. El largo viaje de Celan, desde su idolatrada Bucovina natal, que se esfumó a través de las chimeneas de Auschwitz y que nunca más regresaría a ver, porque quizá no quería contemplar sus ruinas y cenizas y sentir el vacío de la ausencia de su madre, concluía en el río Sena de una forma fatídica como quizás no podía ser de otra forma.