“Nicolás Maduro ha muerto”
Venezolanos: “Maduro ha muerto”. Pronuncié en voz alta la misiva mortuoria al tiempo que la escribía, pero no lo hice lloriqueando como lo hizo Arias Navarro el día en que anunció compungido la muerte de Franco, cuando dijo: “Franco ha muerto”. A mí no me aturde y tampoco me entristece la muerte de los dictadores. Y por eso creo que ha de ser anunciada con absoluta indiferencia. No se ha de poner énfasis al ofrecer la noticia.
Maduro ha muerto para todos los que deseamos vivir en libertad. Para todos los millones de venezolanos que han tenido que huir de su patria porque son perseguidos por un cadáver putrefacto que se llama Nicolás Maduro y por una piara de dictadores o por una jauría de dictadores que viven a su lado y roban a su lado; que se agrupan para jalear y elogiar al dictador que los tiene sometidos, empobrecidos, anulados, cautivo y condenados. Maduro está muerto dentro de sí mismo. Ya no tiene conciencia, porque los muertos nunca la han tenido. Si la tuviera le sucedería seguramente lo que nos dijo Campoamor que suele suceder: “La conciencia a los culpados / castiga tan pronto y bien, / que hay muy pocos que no estén / dentro de su pecho ahorcados”.
Maduro es un cadáver podrido y maloliente que me produce náuseas. Pues se empecina en gobernar un país en el que había perdido las elecciones por una aplastante mayoría. Su GOLPE DE ESTADO está manoseado y amparado por esos políticos - algunos españoles - que siempre lo defienden. Porque los venezolanos no votaron su candidatura, no querían que semejante hijo de puta – disculpen. No sé decirlo de otro modo. No encuentro sucedáneos que digan lo mismo y con la misma intensidad. No encuentro eufemismos apropiados. – siga empecinándose en destruir un país que un día fue feliz y fue muy próspero.
Los venezolanos no se merecen que ese político español de cuyo nombre hoy no quiero acordarme titubee en sus declaraciones cuando le preguntan si cree que Maduro es un demócrata... No es presentable que algunos políticos españoles – muy cobardes, por supuesto, ataquen a un dictador ya muerto que se llamaba Franco – yo también lo ataco y lo detesto – y ahora, ante una aplastante realidad de Venezuela, no se atrevan a atacar a un tirano que está vivo y coleando. No es posible entender por qué hay políticos que dicen que se sienten demócratas y sin embargo siguen apoyando y complaciendo a los dictadores más crueles y de la peor calaña...
¡Amparemos la democracia! Entendamos de una vez por todas que las dictaduras atraen más dictaduras. Que las dictaduras atraen a políticos que no permiten que sus conciudadanos vivan en libertad.
Maduro ha muerto y seguirá estando muerto hasta el fin de sus días. Pero aun estando muerto, continúa anunciando esas que son sus guerras fratricidas que amenazan a todos los que deseamos la paz.
Venezolanos: Maduro ha muerto.