Abrir la mente y el corazón

De personas que dejaron legado: José Pepe Mujica

Hace poco más de un mes falleció Pepe Mujica, y desde hace semanas quiero escribir en esta columna un poco sobre la historia de vida de esta gran persona.

¿Quién fue Pepe Mujica?

Sí, la mayoría puede decir que el presidente de un pequeño país de América del Sur, la República Oriental del Uruguay, y es correcto. Pero José Pepe Mujica fue mucho más que un presidente para su país, y para el mundo.

De joven fue uno de los principales dirigentes del Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros, una organización guerrillera uruguaya de los años 60 y 70.

Fue apresado cuatro veces, siendo brutalmente torturado. Pasó casi quince años en prisión, siendo su último período de detención de 1972 a 1985. Fue puesto en libertad tras la llegada de la democracia a su país.

Comenzó entonces una carrera política que lo llevó a la presidencia en el año 2010.

Fue el primer tupamaro en llegar al Parlamento, el primero en presidir la Asamblea General y el primero, junto con Eduardo Bonomi, en ser ministro antes de convertirse en presidente.

En 2013, The Economist declaró a Uruguay el país del año y calificó de admirables las dos reformas liberales más radicales tomadas en ese año en su gobierno: el matrimonio entre personas del mismo sexo, y la legalización y regulación de la producción, la venta y el consumo de marihuana.

Su fortuna personal en 2010, cuando asumió su cargo, era un Volkswagen modelo 1987 valorado en 1800 dólares, y donaba el 90 % de su sueldo.

Desde que lo conocí, y empecé a descubrir su vida, me impactó, porque como esos grandes personajes de la historia, le pasó de todo, pero nunca dejó de lado sus ideales, y su mensaje fue de amor hasta el final: amor al prójimo, a la patria, a su compañera de toda la vida, a sus compañeros, a su pueblo, a la existencia misma.

Y vivió acorde con ese estilo de vida que promulgaba de la boca para afuera: austero, bonito, sencillo, y admirable a la vez.

Se fue de la presidencia de su país como entró: la misma casa, el mismo auto. ¿De cuántos políticos podemos decir lo mismo? 

Y siguió hasta el final promulgando un mensaje de amor, de lucha, de esperanza, de seguir siempre adelante persiguiendo ideales, y que cual utopía hay que soñar en grande, moverse, porque el que no se mueve, el que no tiene pasiones, está muerto en vida.

Algunas de sus frases son: 

  • Vivir mejor no es solo tener más, sino que es ser más feliz
  • Pobres no son los que tienen poco, son los que quieren mucho.
  • La única adicción saludable es la del amor.
  • Aprendí que si no puedes ser feliz con pocas cosas no vas a ser feliz con muchas cosas.
  • Siempre vale la pena volver a empezar, una y mil veces, mientras uno esté vivo.
  • Derrotados son los que dejan de luchar, y dejan de soñar. 
  • No puedes ir al supermercado a comprar vida, lucha por vivirla. 
  • Puedes darle una orientación a tu vida, puedes ser el autor del camino de tu propia vida, no somos vegetales, hay que darle un contenido a la existencia.
  • Inventamos una montaña de consumos superfluos, y lo que estamos gastando es tiempo de vida, porque lo compras con el tiempo de vida que tuviste que gastar para tener esa plata, y la diferencia es que la vida se gasta y no se puede comprar.
  • La vida te puede dar mil tropezones, pero una y mil veces estás hecho con fuerza para volverte a levantar y volver a empezar, lo importante es el camino.
  • La vida es dar algo de lo que tenemos, por más jodido que estés, siempre tenés algo para darle a los demás.
  • Hay que aprender a andar con las cicatrices del pasado y seguir andando.

Y para honrarlo, y a muchas otras personas que han pasado por este mundo dejando huella, recordemos que la vida es bella, y que el mundo a pesar de ser un lugar muy oscuro muchas veces, es el lugar en que el que los seres humanos podemos llegar a ser nuestra mejor o peor versión.

Seamos la mejor hasta el final. Siempre.

Porque para ser un buen líder hay que ser buena persona, y creo firmemente que Mujica lo fue. 

¡Hasta pronto Pepe!