Diario de abordo

La Re...Vuelta

Después de escuchar la abyecta, falaz e ignominiosa perorata del delegado del gobierno en Madrid, marioneta sanchista, otorgando a los violentos, vergonzosos  y terribles acontecimientos producidos el pasado domingo en Madrid con ocasión de la suspensión de la Vuelta Ciclista a España,  carta de naturaleza y aprobación administrativa calificándolos de ejemplo para las naciones, llego a la conclusión, no por ya sospechada menos evidente,  de que el oprobio y la infamia nacen, crecen y se multiplican en este gobierno desnortado y despreciable. La noticia del día, como no podía ser de otra manera, ha sido esa: la suspensión de La Vuelta. Una suspensión que no se ha producido -como el gobierno en pleno siguiendo las órdenes del sátrapa jefe se ha dado prisa en comunicar- por el sentido de la justicia, el ansia de paz y la solidaridad del pueblo español con el palestino, sino por el mandato de la izquierda más extrema y violenta para seguir alentando la 'cruzada' contra Madrid, enardecer los ánimos, enfrentar a los ciudadanos y, al mismo tiempo, hacer el suficiente ruido para que ni se escuchen ni se hable de todos los procesos judiciales que rodean al presidente Sánchez, a su familia y a su gobierno.  

Apropiarse del sentimiento de todos los ciudadanos españoles para hablar en su nombre del ejemplo que han dado al mundo, es otra de las muchas  y torticeras declaraciones a las que nos tiene acostumbrado el presidente, a todas luces y cuando menos, inexacta. Sánchez no puede hablar 'en nombre de todos los españoles', pues ese aserto en su boca es un oxímoron. El ejemplo dado en Madrid  ha sido  indigno, bochornoso e indecente, y fue debido a la inacción del delegado Martín. Los violentos tomaron las calles utilizando sesgada y políticamente el sufrimiento palestino para llevar a la práctica lo que ellos entienden por justicia, solidaridad y democracia para defender sus ideas, que son las buenas: 'kale borroka', destrucción, vandalismo, insulto, agresión. Y siempre, como en el caso que nos ocupa, con la anuencia de las autoridades que deberían evitar todo aquello: Ministerio del Interior y Delegación del Gobierno, entregadas en cuerpo y alma a la política sanchista de destrozar España llevándose antes, por supuesto, a Madrid, ordenando a la policía cierta pasividad con los alborotadores en flagrante dejación de su obligación, que es ordenar y no permitir bajo ningún concepto comportamientos de ese jaez.  

Este impresentable sicario gubernamental, Francisco Martín, inició su declaración sobre los incidentes acaecidos de la forma más demagógica e indecente: 'En Madrid, en los últimos meses, no se han asesinado a sesenta y cinco mil niños y no se han bombardeado hospitales. No se ha acribillado a niños y niñas. En Madrid no se mata a la gente de hambre (...) En Madrid, hoy, se ha interrumpido una carrera ciclista', destacando posteriormente que la jornada se desarrolló sin incidentes graves y que la ciudad había 'sido ejemplo  de dignidad enarbolando en alto y fuerte la bandera de la paz'. Una belicosa paz, otro oxímoron. Una carrera ciclista que, junto al 'Giro' y el 'Tour' representa el referente mundial del ciclismo en carretera. ¿Se puede ser más 'sanchista'?  ¿No se podrían haber conciliado las protestas de una parte de la ciudadanía con la terminación de la Vuelta sin incidentes? ¿ Es incompatible la manifestación pacífica con la consecución de un evento deportivo? Evidentemente no, de haber habido voluntad política, que no la hubo. Y claro, no podía faltar la referencia al enemigo público nº1 del sanchismo, a esa infiltrada agente del Mossad que es Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, cuya presencia originó y fue causa de todos los incidentes, pues en esa idílica paz en que se desarrollaba el evento, bastó que el pueblo se percatase de su aparición para que se desencadenara una batalla campal. Pues ya se sabe que Isabel siembra la cizaña allí por donde pasa, 'Gobierno dixit'.

De nuevo España en la prensa internacional como modelo de un país cada día más impredecible e inútil, muy lejos de lo que fue no hace tanto tiempo. A  este gobierno le importa un comino lo que les suceda a los gazatíes; ha encontrado un filón para enarbolar la bandera de lo 'justo' y acallar otra justicia, la  que 'la ha tomado' con el pobre Sánchez y su entorno más íntimo en una evidente persecución de la derecha y su jueces acólitos, que quieren acabar con la era de prosperidad y progresismo que su mandato, con enorme generosidad,  nos está concediendo. A Sánchez le interesa esta guerra, porque mientras dure la utilizará constantemente a su favor como arma arrojadiza para demostrar la ejemplaridad de su gobierno, espejo donde deben mirarse todos los demás.

Esta izquierda miserable que tenemos envuelta en el 'Kufiya', que es lo que ahora toca, sólo tiene ojos para ver la crueldad inadmisible de los israelíes contra el pueblo gazatí hablando de su intolerable invasión, no queriendo recordar que fueron los palestinos -Hamás , un grupo terrorista y brutal- quienes invadieron sin aviso y disparando proyectiles, el suelo judío. Que la iniciaron asesinando por doquier, violando mujeres y niñas, destripando bebés y quemando vivas a familias enteras. Israel se defendió y sigue defendiéndose. Es lo  que tiene embestir a una nación hoy mucho más poderosa;  acostumbrada al dolor y la persecución desde el origen de los tiempos; expoliada, atacada, expulsada y casi exterminada en múltiples ocasiones; que se crece ante la adversidad; que está curada de todo horror y que no va a permitir que una vez más sea agredida. Además, frente al Estado Palestino -y ese fue el gran error de Hamás-  con una capacidad defensiva y logística, infinitamente superior.  En este largo y doloroso conflicto Israel avisa dónde, cuándo y a qué hora se va a producir un nuevo ataque, pero es Hamás quien no lo hace público y quien se apropia de la ayuda internacional, sobre todo alimentaria  y médica. Le interesa que la guerra continúe a expensas de que la población sufra lo indecible.  Como le interesa a la Internacional Socialista. Se está creando por parte de esta gente un sentimiento judeófobo, que no antisemita, muy peligroso en una sociedad española como la actual donde la confrontación está a la hora del día, propiciada por un gobierno al que le interesa, ya lo dije, el ruido. Franco y sus derivadas ya no atraen a nadie, no les sirve su figura para desviar la atención general de sus múltiples vicios, pero con la guerra de Gaza han encontrado un nuevo filón que la propaganda socio-comunista se encargará de agitar hasta la última gota. 

 Esta izquierda y sus feministas de salón que lloran por Gaza, se olvidan de llorar por las niñas y mujeres afganas condenadas a una muerte en vida, sin ningún derecho, encerradas en un 'burqa' físico y psíquico, sometidas a un régimen brutal que vende a las niñas como esclavas sexuales; tampoco llora por los regímenes musulmanes que cuelgan de una grúa a los homosexuales, lapidan a mujeres por huir de un matrimonio cruel, concertado e imposible; impiden la educación femenina y en ciertos países africanos mutilan, llevando en muchos casos  hasta la muerte, a miles de adolescentes en la infame y brutal ceremonia de la cercenación genital; no les he visto derramar una sola lágrima por el hambre que pasa el pueblo venezolano o el cubano, por su falta de lo más fundamental, que no es sólo la libertad, sino poder llevar un trozo de pan a su casa o un medicamento imprescindible. Países, y añado junto a estos Nicaragüa, Corea del Norte y otros muchos, donde la disidencia es castigada con la tortura y la muerte, con el encarcelamiento en prisiones que son ergástulas simplemente por no pensar como el dirigente, atreverse a expresar una opinión distinta o exigir justicia y libertad. Esta izquierda que arremetió no hace mucho tiempo contra el gran director cinematográfico  Christopher Nolan por rodar parte de 'La Odisea' en el Sahara Occidental sin 'pedir permiso a los saharauis' y sí a 'las fuerzas de ocupación marroquíes', callándose arteramente con su doblez habitual que ese territorio, bajo la protección española, había sido 'regalado', como si fuese parte de su patrimonio personal, por Pedro Sánchez al rey de Marruecos para convertirla en una 'provincia autónoma' dentro de su territorio. ¿A cambio de qué? Lo sabremos, Pedro.

Catón el Viejo, ya lo he escrito más de una vez, concluía sus alocuciones ante el Senado con un ruego que era una advertencia en toda regla. Contra el enemigo no hay medias tintas. La supervivencia de Roma sólo podía efectuarse con la victoria sobre el máximo oponente: Cartago y lo que representaba su victoria, nada menos que la desaparición de todo lo romano. Su frase fue: 'Ceterum censeo Carthaginem esse delendam': 'Por lo demás, opino que Cartago debe ser destruida'. Reducida en su paráfrasis a: 'Carthago delenda est': 'Cartago debe ser destruida'. Nuestro Cartago es hoy el sociocomunismo que nos gobierna e intenta destruir todo lo que tanto nos ha costado conseguir desde la Transición. Nuestro mayor enemigo es Sánchez  

'Sánchez, delenda est'. 

Y conseguirlo a toda costa y cuanto antes.