Sencillamente irresistibles

La buena uva

¿Quién pedirá perdón?

¿Quién se lo pedirá a un inocente según el gran maestre Sánchez, y culpable según el Supremo?  ¿Quién?...

Esa ha sido la pregunta cumbre del Número Uno al pueblo español, la pregunta brillante por incisiva, del profeta, del sabio, del “Puto amo”: ¿Quién le pedirá perdón a Álvaro García Ortiz, por revelar lo que tenía que callar?

Pues parece que no va a hacer falta y que sin embargo sería muy oportuno pedírselo a González Amador, que con independencia de sus vinculaciones afectivas con quien le venga en gana, y a las que tiene derecho como cualquier ciudadano y apetezca, ha sido damnificado en su intimidad hasta un alto y duro nivel.

Pero no, a pesar de la defensa acérrima del gobierno y de la declaración de su inocencia (casi imposición) por parte del presidente, nadie va a pedir perdón al fiscal general del Estado, porque ha sido condenado por la justicia, aunque Oscar López se “muerda la lengua ante el hecho de la sentencia en contra” (mejor que lo haga, porque si se la muerde se envenena), y aunque Patxi López opine que la decisión del alto tribunal es “una auténtica vergüenza”.

También lo es que algunos sepan reconocer la vergüenza cuando no la tienen acreditada en su trayectoria, pero cualquier cosa es posible en estos tiempos, en estos lares y con estos “alamares” ante los que la prensa mundial se rasga las vestiduras del puro pasmo.

¿Quién pedirá perdón por ser corrupto?...

Para nada ocurrirá ni siquiera en Milagros, donde “Super Santos”, al modo de decir de Zapatero, que también lo califica como “el mejor negociador del PSOE” lo hace, ni siquiera por las denominaciones pías de nombre y procedencia, tendentes a confusiones de buena conducta.

Pero si hubo quien confundió a “la Paqui”, Sra. de Cerdán con Papa Noel, o con “Pretty Woman”, ya que al parecer gastaba cantidades ingentes e indecentes de dinero en el Corte Inglés, pagando con la tarjeta de Servinabar, la Empresa de su expresidiario, de momento, esposo.

¡Buenos días doña la Paqui! Saludaban las dependientas nada más verla aparecer en cualquier momento y en cualquier planta, porque la reconocían al instante.

¿Quién va a pedir perdón a tan noble establecimiento por haberle privado de su vip y adinerada clienta?...

¿Y quien va a pedir perdón a la profesión mas antigua del mundo, cuando a ella deben los del Peugeut sus haciendas y cargos públicos, incluso la presidencia (presuntamente) a pesar de denostarlas y proponer lanzarlas al paro perpetuo?

Koldo era portero de prostíbulo, Ábalos consumidor de sobrinas y beneficiario de su compañía en viajes y fiestas por Paradores nacionales, y suegro Sabiniano, el padre amantísimo de la catedrática vocacional Begoña Gómez, que al parecer ayudaba a su progenitor cuadrando la caja de sus sauna prostíbulos, con los que se lucraba a tope.

¿No se sabe quién aseguro que “Dios los cría y ellos se juntan?... a tan sabia manifestación habría que añadir:  “y hacen las Primarias juntos para a posteriori obtener comisiones secundarias”

¿Quién pedirá perdón por pedirlo de un modo tan falso como aquel televisado de “son las cinco y todavía no he comido”, en el que Pedro, mal maquillado, con aspecto cadavérico y compungido, reconocía, buscando un golpe de efecto teatral y mal interpretado, que todos le engañaban, su Ábalos, su Koldo, sus más allegados?

Los malvados abusaban de su bondad, de su talante de su afán y vocación por gobernar para bien de todos y todas y todes.

Algo así como si los hados y las hadas y les hades se hubieran ido de paseo dejando al señor del Manual de Resistencia dedicado a practicar ejercicios de amnea en aguas procelosas

Pero no se le mueve ni un pelo, ni se le escapa el Falcon, ni piensa en dimitir, ni en dejar de lado sus maniobras en la oscuridad, ni siquiera en justificarse por sus mentiras y sus errores

¿Pedirá perdón alguna vez por ellos? ¿Explicara que pasa con Marruecos, con Venezuela, con Santo Domingo y etc. etc.?,

¡Pues que no!, y mientras al país le dan las uvas desangrándose en tantas y tantas cuestiones abominables, el jefe revolotea por África, y muy probable que sus tropecientos asesores disparen cortinas de humo con temas tan importantes y navideños como, por ejemplo:

¿Porque a la salsa al Pedro Ximénez (con vino de la buena uva de Montilla-Moriles)  no se la bautiza, como salsa al Pedro Sánchez (a pesar de la uva mala o peor, que cada uno le suponga).