Reflexiones Australes

El joven del fin del mundo

Chile es gobernado por un joven nacido en la austral ciudad de Punta Arenas. Tras terminar la secundaria se trasladó a la capital Santiago, para estudiar derecho en la Universidad de Chile. No pudo titularse, pero sí transformarse en dirigente estudiantil “progresista”. Lideró campañas de ataque a la autoridad legal, evadió el pago del boleto del Metro y fue muy crítico de la institucionalidad de su país. Más tarde fue diputado, en donde votó en contra de los proyectos que le daban más atribuciones a la autoridad policial. Hoy, es el Presidente de Chile. Su apoyo popular no supera el 30%, restándole 1 año para el fin de su mandato. El es disruptivo. No usa corbata, ni en las ocasiones más solemnes. En su cuerpo se visualizan tatuajes y no responde a normas protocolares. El país crece poco y la delincuencia se ha apoderado de las ciudades y los campos. Hay mucho narcotráfico y un aumento exponencial de los asesinatos, cometidos principalmente por extranjeros que ingresaron ilegalmente al país. El feminismo extremo es otra bandera de lucha del hoy presidente. Boric ha sido crítico del dictador Maduro, pero complaciente con el dictador cubano Díaz-Canel. Su entorno está compuesto por aprendices, como se han autodenominado ellos mismos. Jóvenes engreídos, mal vestidos y con leguaje “inclusivo”, repletan el palacio de La Moneda. Casi 150 mil nuevos empleados se han incorporado al Estado desde que se inició el período de Boric, superando el millón de trabajadores y el 15% del total de asalariados. Se siguen creando ministerios y proponiendo alzas en el impuesto a las personas, para poder solventar los gastos del Estado. Por su parte, las Fuerzas Armadas, están enfrentando restricciones en su presupuesto, lo que les impide mantener su alto nivel profesional. La inmigración ilegal continúa siendo un problema insoluble para el gobierno, por seguir a rajatabla instrucciones de la ONU y de su numerosas filiales que sobreviven a costa de los tributos de los ciudadanos. El joven presidente chileno, pensó que gobernar era una tarea fácil, pero la realidad le ha hecho comprobar que la “experiencia es la madre de las ciencias”. La reducción de jornada laboral, excesivas regulaciones y permisos para llevar adelante nuevos proyectos, están pasándole factura al gobierno progresista. Una crisis feroz en la salud y deterioros progresivos en la calidad de la educación, completan un cuadro pesimista para el futuro de Chile. Son tantos los errores que comete el gobierno cada día, que aunque asuma la oposición en un año más, las cosas no mejorarán de la noche a la mañana. El daño provocado en la sociedad por estos jóvenes inexpertos, es de una magnitud inmensa. Al acercarse la Navidad, los chilenos sueñan con poder dormir tranquilos y que nuevos vientos soplen en una nación bendecida con recursos naturales y una belleza incomparable. Más trabajo y más deberes, pues los derechos excesivos están destruyendo la composición de la sociedad chilena.