La hipocresía propalestina
Desde hace dos años asistimos a protestas propalestinas protagonizadas por la extrema izquierda Occidental, hecho bastante habitual dado que desde sus inicios el marxismo y sus derivados han sido siempre antisemitas. La URSS oprimió, esquilmó, deportó, encarceló y asesinó a todos los judíos a los que pudo echar mano, incluso aunque fueran convencidos marxistas.
Los propalestinos vociferan y claman supuestamente en nombre de la justicia, hablan de genocidio cuando no hay tal cosa si atendemos a la definición de la RAE. Todo lo que hacen y dicen se basa en la mentira y la propaganda de la propia Hamás, grupo terrorista totalitario. Cuando gritan “desde el río hasta el mar” están usando el lema de este grupo de asesinos, lema que implica la aniquilación de todo el pueblo de Israel, lo que sí constituye un genocidio.
Cuando se pretenden defender principios y valores lo mínimo que hay que tener es coherencia. Sólo se acuerdan de la justicia cuando mueren palestinos, pero nunca si se trata de israelíes. Tampoco se manifiestan contra el gobierno de Irán cuando este hace apalear hasta la muerte a las mujeres que no visten de determinada manera, ni cuando asesinan a homosexuales, o a miembros de la oposición, incluso fuera de sus fronteras.
Irán, estado islamofascista y totalitario, pretende la total destrucción de Israel y es por eso que apoya, arma y financia a los terroristas de Hamás y de Hizbulá, entre otros. No sólo esto, desvía los recursos que necesita su empobrecido pueblo hacia la policía y el ejército con el fin de poder mantenerlo oprimido, y llegado el caso, para destruir a Israel mediante el uso de bombas atómicas.
La izquierda tampoco se manifiesta contra el exterminio de cristianos en oriente medio y en África, ni contra el gobierno de Putin y su mortífera invasión de Ucrania. Parece bastante claro que sus principios y valores son de quita y pon, algo que también le sucede a Pedro Sánchez.
Verlos bramar en nombre de la justicia y hacer un crucero de placer por el mediterráneo, probablemente financiado por el contribuyente, dedicados a la agitación y propaganda antisemita es verdaderamente lamentable e inmoral. Ya es mala suerte que no recuerdan que esta tragedia empezó porque Hamás asesinó a 1.200 judíos de forma inhumana y brutal.
Desde que Israel cedió el control de Gaza hace largo tiempo, la población de la franja se ha multiplicado por tres. No parece esto por lo tanto un genocidio. Lo de Gaza es una tragedia más, un penoso y sangriento conflicto armado provocado por Hamás el 7 de octubre de 2023, fecha en la que asesinaron a incontables ciudadanos israelíes. No podemos olvidar que el número de víctimas gazatíes es muy elevado porque Hamás impide la evacuación de los civiles para usarlos como escudos humanos pues un mayor número de fallecidos les facilita la batalla de la propaganda.
El objetivo de Hamás no es defender a los palestinos sino destruir a Israel incluso al precio de sacrificar a su propia población civil. Tristemente estos criminales gozan del apoyo de los radicales de la flotilla, de los de Podemos y de Sumar, entre otros muchos, algunos quizá bienintencionados pero muy desinformados y manipulados. Lamentablemente también el gobierno liderado por Pedro Sánchez ha optado por ponerse del lado de un grupo terrorista, lo que le sale con naturalidad.
No deduzca el lector que apoyo todo lo que hace el gobierno de Israel, como en todo conflicto este también carga con sus errores, abusos y crímenes. Mi deseo es que Oriente Medio viva en paz, cosa que no parece posible hoy, y menos aun cuando la izquierda occidental está corroída por el antisemitismo y no duda en apoyar a un grupo terrorista genocida que además de dedicarse a asesinar israelíes también mata a aquellos gazatíes que se oponen a su tiranía.