Las hemorroides y sus personajes históricos
No es una enfermedad grave, pero sí tremendamente molesta. Y por ello ha influido, a lo largo de la historia, en personajes famosos.
Escribo sobre este desagradable tema cuando tengo en mis manos un libro de memorias, escrito por un inglés. Simón Gray, novelista, dramaturgo y guionista, que nació en 1936 Y falleció en 2088, y que destacó por su amplia y diversa obra, entre las que figuran ocho volúmenes de memorias, uno de ellos acogido bajo el sugestivo título de “Diario de un fumador”.
Simón Gray fue un íntimo amigo del autor teatral Harold Pinter, y ambos murieron con una corta diferencia de unos meses. En “Diario de un fumador”, dedica unos sabrosos comentarios, utilizando el típico humor inglés, sobre las hemorroides y su influencia en personajes históricos , poniendo de relieve que un libro imprescindible sobre el tema está por escribir.
Gray cita a Richelieu, que sufrió de este mal y tuvo que guardar cama en diversas ocasiones, sin que esto le impidiera ocuparse de los asuntos de Estado. Peor lo pasó Napoleón en la batalla de Borodino, que no perdió pero tampoco ganó, entre otras razones porque sufría grandes dolores al montar a caballo-
Saltando un siglo, Gray se traslada a Hollywood a “Sólo ante el peligro”, y a Gary Cooper, al que un ataque de hemorroides le amargó el rodaje, porque el dolor le impedía andar en condiciones, y sus piernas se arqueaban más de lo debido hasta el punto de que renunciaba a repetir cada escena. El director tuvo que hacer encaje de bolillos en el montaje, pero el rictus de dolor de Gary, y su forma de andar forzada por las hemorroides, consiguieron que la película fuera un éxito de crítica y público.
Continuando con el devenir de la historia, Simón Gray relata la influencia que tuvo en el poeta Coleridge el láudano que tomó para mitigar el dolor que le producían las hemorroides, que le permitió crear entre alucinaciones poemas como “La balada del viejo marinero” y “ Kubla Khan”.
Uno, más modestamente, puede relatar que descubrió la influencia de las hemorroides en el deporte, más concretamente en el tenis. Ocurrió que en 1979 se designó a la Ciudad Deportiva del Real Madrid la organización del Campeonato de España de Tenis, en sus dos versiones masculina y femenina. Yo era, y lo sigo siendo, socio del Real Madrid desde el año 1950, pero además era también socio de la Ciudad Deportiva, escenario de mis triunfos tenísticos. Mis comienzos en el tenis se debieron a que el gran Manolo Santana anunció su retirada en 1971 aunque luego volvió a las pistas, y quiso crear un Campeonato oficioso de periodistas españoles, que denominó como Trofeo Marlboro, y que celebró, en la mayoría de sus trece años de existencia, en las pistas del Real Madrid. Yo entonces había jugado apenas una docena de veces, pero mis compañeros de la información deportiva en Televisión Española, en la yo me encargaba entonces de la información parlamentaria, me pidieron que me apuntara para conseguir una cifra aceptable de participantes. Todavía no comprendo cómo pude ganar el primer partido, pero en el segundo un compañero de La Vanguardia, Ichaso, me colocó dos hermosos roscos. Yo me piqué, me hice socio de la Ciudad Deportiva, y fui escalando puestos hasta ser finalista, y después campeón ocho años seguidos, de 1975 a 1982. En la celebración del Campeonato de España invitamos a los campeones vivos de ambos sexos, y entre ellos figuraba Manuel Alonso, un vasco entrañable, que entonces tenía más de ochenta años, y al que entrevisté en su domicilio en Madrid, porque residía en Estados Unidos donde trabajaba como ingeniero de Caminos. Me contó cómo estuvo a punto de ganar en su primera visita a Wimbledon, cuando tuvo a Norton con dos sets a su favor y ventaja en el tercero.Entonces el ganador tenía que enfrentarse para el título con el ganador del año anterior, que era el famoso Tilden. Y me dijo “ creo que habría podido ganar a Tilden, porque esos días sufría de hemorroides”. Eso demuestra que es una enfermedad mala para los deportistas.