La gula del glamour: un certamen que cambia México
México ostenta con orgullo una larga tradición en los certámenes de belleza. Sus paisajes, su historia y su gente han nutrido una narrativa de éxito: es el mayor productor de plata del mundo y uno de los principales de petróleo, tiene playas paradisíacas y una gastronomía que es patrimonio de la humanidad. Cuatro mexicanas han levantado la corona de Miss Universo y los compatriotas celebran porque sienten que su país brilla ante el mundo. Sin embargo, la edición de 2025 no fue motivo de orgullo, sino la crónica de un banquete devorado por la gula y la avaricia.
Todo empezó con un altercado aparentemente banal. Durante un ensayo del certamen en Tailandia, el director del comité anfitrión, Nawat Itsaragrisil, pidió a Fátima Bosch, representante de México, que explicara por qué no había asistido a una sesión fotográfica. Según medios de Asia, el organizador la llamó “dumb” (idiota). Bosch contestó que no era una muñeca, sino una mujer con dignidad, y abandonó el salón; varias participantes se solidarizaron con ella y salieron tras sus pasos. Días después, Itsaragrisil se disculpó en un comunicado y aseguró que su intención nunca fue humillar y que no la llamo idiota.
El episodio generó simpatía en México, pero no tardó en convertirse en combustible para algo más grave. Tras la coronación de Bosch, el músico francés–libanés Omar Harfouch y otros dos jueces renunciaron al jurado, denunciando que el concurso era una farsa. En otra publicación, advirtió que algunas personas vinculadas a las concursantes manejaban el conteo de votos, lo que constituye un conflicto de interés. El ex juez dijo a The Times que, cuando propuso repetir la selección de cero, el presidente del concurso, Raúl Rocha Cantú, le respondió con hostilidad y le dejó claro que su presencia y la de los demás jueces eran “solo simbólicas”. La organización negó las acusaciones y sostuvo que las evaluaciones seguían protocolos transparentes.
¿Quién es el hombre que aparece en todas estas escenas? Raúl Rocha Cantú es el presidente de la Miss Universe Organization y propietario del 50 % de la franquicia. Proveniente de Monterrey, empezó su carrera en el sector de hidrocarburos y en 2017 obtuvo permisos para importar y exportar combustibles. Fundó varias empresas BSE Combustibles, Latin America Energy Group y Global Solutions Energy Group con clientes como Pemex. En 2023 firmó un contrato millonario con Petróleos Mexicanos (Pemex) para construir ductos terrestres mediante su firma Soluciones Gasíferas del Sur, mientras que otra empresa vinculada, Servicios PJP4, también resultó adjudicada, suena coincidente porque Bernardo Bosch Hernández, padre de la Miss, es asesor del área de exploración y producción de Pemex, no abono que Pemex pusiera en sus redes una felicitación.
El manto de sospecha se tornó más oscuro cuando en medios se informó que Rocha es investigado por la Fiscalía mexicana por un esquema de contrabando de combustible, armas y drogas que conecta a Guatemala con cárteles como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y La Unión Tepito. El empresario tuvo una orden de aprehensión, pero ha evitado la captura mediante un acuerdo con la fiscalía para convertirse en testigo protegido.
El maridaje entre el concurso y la política mexicana alcanzó niveles tragicómicos. Al estallar la polémica, la petrolera estatal Pemex publicó un mensaje en redes sociales felicitando a Fátima: “La familia petrolera felicita a Fátima Bosch Fernández por su logro… hija de nuestro compañero Bernardo Bosch Hernández” El gesto generó indignación porque la empresa nunca había felicitado a campeones deportivos o científicos, pero sí a la reina de belleza.
En medio de este torbellino, un movimiento inesperado sacudió la política mexicana. El 27 de noviembre de 2025, Alejandro Gertz Manero presentó su renuncia como fiscal general de la República dos años antes de concluir su mandato. En su carta, Gertz agradeció a la presidenta Claudia Sheinbaum por ofrecerle una embajada y quedo como encargada del despacho a Ernestina Godoy, consejera jurídica y figura de confianza de la mandataria, quien un par de días antes había sido nombrada parte de la fiscalía general de la república, en el puesto que quedaría de encargada de la Fiscalía tras la salida de Gertz Manero. No hay pruebas de que su salida esté directamente relacionada con el escándalo del concurso, pero las coincidencias temporales alimentan el imaginario popular. En un país donde los casos de corrupción son frecuentes y la justicia selectiva, la gente se pregunta si la renuncia fue resultado de una cortina de humo fallida y así lo manifestó el medio Latinus.
La historia de Miss Universo 2025 exhibe cómo un evento destinado a celebrar la gracia y el talento femenino quedó atrapado en una telaraña de ambición, contratos opacos y redes criminales. El público se pregunta: ¿acaso la indignación de Fátima era un reclamo legítimo o un gesto de quien ya se sentía dueña de la corona? ¿La felicitación de Pemex fue un acto patriótico o un adelanto a una inversión exitosa? ¿El fiscal renunció por cansancio, por enfermedad o porque se desmoronó la cortina de humo que pretendía ocultar este banquete? ¿Cómo llegó Miss Universo a convertirse en una saga de denuncias internacionales?