Freír a impuestos
Recientemente un alto cargo de un partido de extrema izquierda ha declarado que hay que freír a impuestos a los propietarios de viviendas vacías. Este señor, como buen totalitarista, adora la violencia coercitiva del estado. No es capaz de ver que la gente sólo reacciona favorablemente a los incentivos positivos y que siempre trata de defenderse del abuso del estado.
Las viviendas están vacías porque partidos como el suyo han destruido la seguridad jurídica que protegía a los propietarios. Cuando se protege legalmente la ocupación de viviendas, es decir, el robo, cuando se institucionaliza el delito, y se destruye el mercado mediante leyes que impiden la correcta fijación de precios y asignación de recursos, entonces las viviendas son retiradas del mercado de alquiler y se quedan vacías.
Está por ver si este político aceptaría que un delincuente ocupara su casa o que dejaran de pagarle el alquiler para vivir a costa suya.
Si en vez de atacar la propiedad privada la defendiera, el resultado sería más vivienda en el mercado de alquiler a mejores precios, como ha pasado en Argentina recientemente. La liberalización del mercado y la protección de la propiedad privada ha disparado la oferta y reducido los precios notablemente en ese país.
Estos políticos radicales hablan mucho pero no solucionan nada y todo lo que tocan empeora. Liberalizar, desregular, desburocratizar, y reducir a la mitad la fiscalidad de la promoción, construcción y tenencia de vivienda mejoraría muchísimo el problema de la accesibilidad.
Invertir en vivienda pública es también necesario, pero resulta que no hay recursos porque lo que no roban lo destinan a gasto público improductivo y a la compra de votos generando un déficit anual de más de 50.000 millones. Con este dinero se podrían construir 150.000 viviendas al año y el problema quedaría resuelto en pocos años. Nunca Hacienda recaudó tanto como en estos años y nunca ha sido menor la inversión en vivienda pública.
Los políticos que fríen a impuestos, niegan la seguridad jurídica a los propietarios y despilfarran los recursos públicos en su propio provecho, y en el de sus clientes políticos, son los que han dejado de invertir en vivienda pública. ¡Qué casualidad!.
La propiedad privada es uno de los pilares principales de la democracia, sin ella la sociedad abierta está condenada al colapso y a la pobreza. Este extremista de izquierdas lo sabe perfectamente y aun así no duda en defender políticas que dañan la propiedad e impiden el acceso a la vivienda a la mayoría. Esto no es por ignorancia, es por pura maldad.
Negarle al pueblo el acceso a una vivienda de calidad y tamaño suficientes es lo que han hecho siempre los políticos estatistas mediante la destrucción del mercado y la confiscación. Lo mismo ha sucedido en los países democráticos como Suecia o Alemania donde se han aplicado las recetas anti-mercado y contrarias a la propiedad privada que recomienda esta izquierda montaraz, y no digamos en la extinta URSS, en la RDA o en Cuba.
Ya es hora de mandar al carajo a los políticos que defienden freír a impuestos a los ciudadanos y a las empresas, que cargan contra la propiedad privada y el mercado libre, en definitiva, que odian la libertad y la democracia.
Si no lo hacemos la situación económica general, y especialmente el problema de la accesibilidad a la vivienda, evolucionarán a peor con toda probabilidad.
Esto es lo que está haciendo Milei en Argentina y no sólo ha mejorado muchísimo el acceso a la vivienda tanto en cantidad como en precio, sino que la pobreza ha disminuido en 10 puntos porcentuales en sólo 18 meses. El gobierno socialista anterior dejó en herencia un 41,7% de pobres (indigentes y no indigentes). Al cierre del primer semestre de 2025, el porcentaje se redujo al 31,7%, según el instituto nacional de estadística argentino, lo cual es un enorme éxito de las políticas liberales de mercado.
La freiduría de impuestos siempre desemboca en pobreza, atraso, y sufrimiento, más nos vale entender esto de una vez por todas.