La Feria del Libro de Madrid
En este momento se celebra hasta el próximo 15 de junio, la 84 edición de la Feria del Libro de Madrid, en el parque El Retiro, un acontecimiento que se ha convertido en una de las citas culturales más importantes y concurridas no solo por los lectores españoles, sino un referente mundial de su género, donde acuden cada año millares de personas de todas las nacionalidades.
Desde la primera Feria del Libro de Madrid que se organizó en 1933 hasta la fecha han transcurrido 92 años. Sin embargo, solo han podido realizarse 84 ferias debido a los años de guerra, que impidieron realizar cualquier actividad.
En la última década mi presencia en la misma ha sido constante e ineludible. En mi caso personal, se ha erigido en un espacio para el reencuentro permanente con grandes amigos escritores de las diversas latitudes. Aunque desde mucho antes trataba de visitar la Feria, aunque de manera esporádica, pero ya en estos diez años ha sido de forma consecutiva.
En un tiempo en el que se cuestiona la supervivencia del libro físico, la Feria permite revelar ese interés aún existente de mantenerlo vivo, incluso con el novedoso dato de que las cifras de lectores no dejan de crecer año tras año. Definitivamente, los libros siguen atrapando la intimidad de millones de personas.
Cuando leemos a Raymond Kurzweil en “La Era de las máquinas espirituales” observamos cómo nos concientiza sobre el impacto de la tecnología y la magnitud esperada del monocultivo de las pantallas. Un planeamiento que quiere demostrarnos la decadencia del papel ante la hegemonía de la digital.
Kurzwell es un defensor del llamado “Transhumanismo”, en que entiende que “el ser humano irá integrándose de forma más extensa y profunda con la máquina, e incluso podrá algún día volcar su mente en una computadora, y de este modo evitará la muerte y potenciará su inteligencia en muchos órdenes”.
Ante ese transhumanismo militante se presenta este magnífico acontecimiento cultural que ensancha la dieta de lectura y posterga de manera efectiva la fecha de caducidad del libro.
La República Dominicana ha tenido una destacada participación en la Feria en los últimos años. Siempre recordaré con especial reconocimiento a los embajadores Aníbal De Castro, Olivo Rodríguez Huertas y Juan Bolívar Díaz, quienes fueron logrando una participación “in crescendo” de lo más representativo de los escritores dominicanos y lo más importante dando un respaldo entusiasta a nuestros creadores.
En las últimas jornadas, cada año me ha correspondido presentar algunas de mis obras: “Océanos de Tinta y Papel. Historia de la navegación y del desarrollo marítimo dominicano” , “La guerra Domínico-Haitiana”, “La creación literaria en el Siglo XX” y “Quo vadis?. Tras las huellas de la historia”.
El logro más contundente para la República Dominicana en este evento fue en el año 2019, cuando el buen amigo embajador Olivo Rodríguez Huertas consiguió que la Feria del Libro de Madrid fuera dedicada al país, lo que constituyó un hito histórico para la cultura dominicana, ya que en esa ocasión más de 60 escritores y narradores dominicanos nos dimos cita en la Feria, teniendo la más vigorosa participación de las diversas manifestaciones del arte dominicano.
En esta edición 2025, la ciudad de Nueva York del “spanglish” es la protagonista, con los escritores que hablan y escriben en español en esa urbe.
Entre las figuras homenajeadas además de Mario Vargas Llosa, quien murió recientemente, están Carmen Martín Gaite y Ana María Matute, cuyo centenario se cumple este año. Tres grandes escritores a quienes conocí y con quienes pude compartir en diferentes momentos.
Las puertas están abiertas para todos en la Feria del Libro de Madrid, fomentando la lectura como medio de educación y formación. La FLM ha sido declarada por la Comunidad de Madrid como Bien de Interés Cultural (BIC), en la categoría de Patrimonio Inmaterial. Que viva el libro.