Fango puro y duro. Fango, fango, fango
La izquierda política española se ha vuelto a lucir involucrando al expresidente del gobierno Adolfo Suárez desde el más absoluto anonimato en un asunto turbio, de odio y de venganza; y todo es consecuencia de que esa izquierda que huele a podrido y que seguirá oliendo a podrido no ha sido capaz de asumir el caos que se les viene encima, ya que cuentan en sus filas con un gran número de socialistas presuntamente corruptos, puteros, acosadores y depravados que van a ser juzgados en tribunales de España. Pues ahora, no conformes con tantas y tantas fechorías, tuvieron la brillante idea de crear bulos fétidos y apestosos, con los que pretenden diseminar y contagiar sus comportamientos grotescos y ridículos. Es realmente terrible y vomitivo que la política española de izquierdas sirva solamente para esto, para enfangar el país y arruinar el país, para enzarzar a los españoles y para implicarnos en actos deleznables en los que un expresidente del gobierno que murió en el año 2014 no tenga, ni siquiera, derecho a una defensa justa y razonable... Hemos llegado al colmo de los colmos. A la maldad por la maldad.
Los políticos españoles de izquierdas quieren morir matando y van a morir matando. No perdonan que millones de ciudadanos sepamos quienes son y qué es lo que pretenden. Aspiran a dejarnos como herencia su olor apestado y nauseabundo, ya que el presidente Suárez ha de tener derecho a que todos esos infundios interesados puedan aclararse y contrastarse en un país democrático que él consolidó.
Y me da mucho asco saber que algunos políticos socialistas están amparando y dando crédito a semejante vileza. Que sus actuaciones apestosas sean desparramadas de este modo y que estén aprovechando esa DENUNCIA ANÓNIMA para esconder sus presuntos abusos sexuales y de extrema corrupción. Pues algunos socialistas destacados como Cristina Narbona ya han salido rápidamente a arropar y a solidarizarse con esa mujer “sin nombre” que denuncia. Con la mujer que ha estado en silencio hasta ahora y que ha aprovechado la coyuntura del fango socialista para desviar asuntos que son tan lamentables. Pues Sánchez y todo lo que rodea a Sánchez han sido el detonante de todo este infundio detestable. Sé que la justicia española volverá a estar a la altura, también en este caso. Porque con la simple declaración de una mujer que se esconde detrás de anonimatos no se puede empezar a pensar en la revisión de los honores que alcanzó Adolfo Suárez cuando fue presidente del gobierno.
La política española está podrida. Está sumida en un caos que no tiene ni nombre ni apellidos, como la mujer que denuncia escondiéndose detrás de parapetos insondables. La mujer que después de tantos años de silencio pretende acabar con un notable signo de la democracia española.
De momento las denuncias por corrupción y por acoso afectan al Partido Socialista, afectan a los individuos que tuvieron altas responsabilidades refrendadas por el presidente Pedro Sánchez, y al contesto más cercano a todo lo que le rodea. Hoy les toca rendir cuentas a Francisco Salazar, a José Luis Ábalos, a Koldo García, a Leire Díez, a José Tomé, a Santos Cerdán y a otros “muchos y muchas” de cuyo nombre hoy no quiero acordarme.