Revolución Individual

Ética, estética y economía

La economía de un país, el grado de bienestar material que alcanza, es el reflejo de su manera de pensar y de sentir.

La riqueza de una economía no es más que el reflejo burdo de su ética, y que una sociedad es tan rica y sana como lo es su sistema de valores. La verdadera riqueza de una sociedad se encuentra en su capacidad de ser atenta, estable y feliz, sustentada en la responsabilidad de sus líderes. Todo depende, en última instancia, del espíritu del individuo y de su preparación, porque solo el individuo puede transformar y mejorar la sociedad.

La fuerza creadora del individuo

“Individuo” proviene de “indivisible” e indica una condición de integridad y de responsabilidad interior. La verdadera misión de la educación es guiar a los jóvenes, mediante el enriquecimiento de sus propios valores, para que puedan sostener la energía y la responsabilidad de la riqueza.

Cuando un país goza de una riqueza creciente pero su sistema de valores se empobrece progresivamente, sobreviene el desastre de la corrupción endémica y de la criminalidad económica.

Una ética global

La economía es, por tanto, una proyección de la ética. Pero ¿de qué es proyección la ética? La ética cambia de país a país, en el tiempo y en el espacio. Lo que resulta ético en un país en un momento dado, no lo es en otro lugar y en otro tiempo. Cambia, pues, geográficamente y temporalmente. También ella depende de una dimensión superior y vertical.

Detrás de la ética existe la ética de la ética: una ética objetiva, global. Un sistema de valores que nos concierne a todos y que va más allá de las creencias, de las razas, de la geografía e incluso del tiempo. 

El sueño, motor invisible de la economía

Más allá de la ética, detrás del sistema de valores morales de una civilización, está el Sueño: la tensión hacia la verdad, la belleza y la bondad, orientada al perfeccionamiento y a la autotrascendencia. Es esto lo que alimenta la vida moral de una sociedad y, en consecuencia, su economía.

Una sociedad sin un sueño está destinada a caer bajo el peso de los conflictos sociales y de las crisis económicas.

La política es el espejo de la psicología fragmentada del hombre

La psicología ordinaria, que llamamos horizontal, es la de un ser que carece de unidad interior, poseído y gobernado por una legión de emociones negativas, pensamientos destructivos y deseos contrapuestos que lo desgarran en direcciones opuestas, creando y proyectando un mundo de conflictos, divisiones, desastres, crímenes y guerras. La política es su espejo.

La sátira de Los viajes de Gulliver sigue siendo ferozmente actual

En Lilliput dos bandos luchaban: unos querían abrir el huevo por la parte más estrecha, y otros por la más ancha. Rara vez, en cualquier época, las razones que dividen a dos facciones han sido menos pretenciosas. La verdadera causa de todas las guerras y crímenes en el mundo es el espíritu de división, la falta de unidad y los opuestos en conflicto dentro de la psicología del hombre.

El mundo de las causas, las ideas y los valores

La economía es la proyección física, el espejo de un mundo superior y perpendicular a ella: el mundo de las causas, de las ideas y de los valores. Si las ideas de una sociedad se amplifican, si su sistema de valores se eleva, si el concepto de humanidad evoluciona, la economía mejorará.

Por esta razón, todos los esfuerzos de estas décadas por trabajar sobre el efecto —como encontrar soluciones al subdesarrollo endémico del Tercer Mundo— resultan frustrantes y decepcionantes. La prosperidad de un país, como la de un hombre, no puede imponerse desde fuera, interviniendo en su economía.

No hay atajos.

Solo el cambio de un sistema de valores morales, más capaz de sostener la responsabilidad de mayor riqueza, puede transformar verdaderamente un sistema económico o el patrimonio de un hombre.

La Revolución Individual

Esta es la Revolución Individual: la poderosa conmoción, la subversión de la manera en que los hombres piensan y sienten, que da título a estas reflexiones y que constituye la condición necesaria para el cambio de una organización, de una nación, de una civilización.

Solo el individuo es creativo, solo él puede innovar, cambiar y mejorar. El cambio de la masa depende del cambio del Individuo, nunca al revés.

La historia de la organización social y de la evolución de los sistemas económicos es, por tanto, el reflejo del Éthos, de las formas en que una sociedad piensa y siente.

Ética y economía: dos rostros de una misma realidad

En realidad, Ética y Economía, aunque pueda parecer lo contrario, no son dimensiones opuestas, sino dos caras de una misma realidad. La Economía es Ética distribuida. La Ética es Economía exaltada.