¿España en libertad?
A punto de estrenar un nuevo año, los seres humanos resucitamos los buenos propósitos, las iniciativas a cumplir, la esperanza por la bondad de lo que nos va a llegar y al parecer, y por orden presidencial, resucitamos nuevamente a Franco, el comodín de Sánchez, que inaugurará el 8 de enero un programa con un centenar de actos por los 50 años de su muerte. Y lo mas alucinante es que lo haga bajo el lema de ‘España en libertad'.
¿Libertad? ¿En serio se considerará el presidente un paladín de la libertad?
Pues quizás debería reflexionar sobre lo que supone ese concepto, porque seguramente don Sánchez, tiene algo perjudicada la zona del cerebro en la que se almacena el discernimiento de lo que es la verdad y de lo que es la mentira.
La libertad es la capacidad humana de actuar por voluntad propia. “Sin que se le imponga la dirección o manera de tomar y ejercer sus decisiones.”
Y son siete las libertades fundamentales: libertad de opinión, de expresión, de circulación, de pensamiento, de consciencia, de religión y el derecho a la vida privada. Debería apuntarlo en su agenda y no echarlo en saco roto.
Los grandes filósofos de la libertad, por ejemplo, Rudolf Steiner, subordinaron la cuestión del libre albedrío a un problema cognitivo previo a la acción, es decir, hay que conocer lo que ocurre para decidir después lo que se debería o lo que se quiere hacer, y desde luego, el secretismo y las mentiras presidenciales no ayudan a que nos sintamos más libres, sino más lelos cuando quieren hacernos comulgar con ruedas de molino.
Otro estudioso del tema es el psicoanalista y psicólogo social Erich Fromm, autor de El miedo a la libertad, un libro publicado originalmente en Estados Unidos en 1941. Ahora, casi en 2025 Sánchez quiere que sintamos miedo “Si no estoy yo, el maravilloso, el que más manda y mejor gobierna, vendrá de nuevo la terrible dictadura” (en realidad y aunque intente disimularlo él es todo un alevín de dictador).
Su esfuerzo se centra en hacernos apartar la vista de esa corrupción que le ahoga, y lo hace masacrando otra vez a Franco. Echarle la culpa de todo, despojarle de cualquier logro, rebozarle por ese barro que tan bien se le da preparar, es una oportunidad incuestionable para disfrazar su corrupción presunta, su pérdida de imagen omnímoda y sobresaliente (ya le insultan hasta cuándo va a esquiar con sus adláteres, su pichona y algún que otro socio) sin tener en cuenta que como también decía Fromm “En sentido psicológico, el deseo de poder no se arraiga en la fuerza, sino en la debilidad.”
Debilidad es la que demuestra y ni siquiera Franco va a tapar su debilidad, su no aceptación jamás de la responsabilidad por más alardes de fortaleza que se empeñe en interpretar de manera ridícula.
¿Fortaleza es la que representa diciendo que no le importa gobernar sin leyes ni presupuestos?
¿España en libertad es esa en la que para registrarse en un hotel o alquilar un vehículo hay en responder a 42 datos que van desde el Estado civil al numero de cuenta corriente?
¿Eso es libertad? ¿Es libertad que entre las preguntas se formule la del motivo del alojamiento? ¿hay que decir y dejar escrito que vas con un señor o una señora casada con otro y que solo pretendes pasar un rato, o intimar en una relación física? ¿Eso es libertad o es la más repugnante censura imaginable?
¡¡¡Ah, que es por nuestra seguridad!!! O sea, no se limpian las presas ni los bosques ni los ríos, no se quita la maleza, no se revisan los barrancos como por ejemplo el del Poyo que causo tantísimo horror, tantas desgracias y tantas muertes, pero no, la seguridad al parecer depende de que acaben con nuestra intimidad sometiéndonos a un tercer grado, a prohibirlo todo y a meternos a Franco hasta en la sopa.
Esa es la España en libertad que nos ofrece este truhan que, al contrario de la canción de Julio Iglesias, de señor no tiene nada, Porque hasta que lo prohíban también, nos queda el refranero, y un refrán es que “aunque la mona se vista de seda, de preciosos y carísimos trajes azulones y de rebuscadas corbatas y camisas de Marca, mona desenterradora se queda!