Reflexiones Australes

Cristina Kirchner: una delincuente que se victimiza

No le bastó con robar millones de millones al pueblo argentino, utilizando todas las argucias de los delincuentes más avezados. La convicta continúa generando ruido y justificando su siniestro prontuario. Desde su lujoso apartamento, arenga a un grupo de vagos, cómplices de sus fechorías. Tras 7 décadas de decadencia como país, de las cuales más de 1 la encabezaron Cristina y su difunto esposo, ella no se resigna al silencio. Especialistas en infiltrar a la justicia, en asignar obras públicas a los amigos y en promover un Estado grande e inútil, los Kirchner pasarán a la historia como un par de sinvergüenzas que se aprovecharon del pueblo que los votó. Fue tan profunda la metástasis peronista, que para salvar a su Patria, los nuevos gobernantes han tenido que intervenir todo el aparato del Estado, para extirpar los órganos contagiosos y contaminados. Como el cáncer que se niega a morir, Cristina aletea y se revuelca, intentando revertir los fallos inapelables que la condenan de manera precisa. Quienes han perdido los privilegios en la Argentina, intentan recuperarlos a través de distintos mecanismos. Ellos olvidan que la fiesta se acabó, que les llegó el momento de ponerse a trabajar honestamente. Argentina es un gran país, que se llenó de garrapatas, que succionaban la sangre del Estado. A quienes vivimos en Sudamérica y más aún a los vecinos de Argentina, nos gustaría que ese gran país, logre superar de manera definitiva la corrupción y su historial de malos gobiernos. El pueblo argentino debe dar vuelta la hoja de Cristina y mirar hacia el futuro con optimismo. Ella tendría que comportarse bien, pues de lo contrario irá a la cárcel y sus pocos partidarios se quedarán sin lugar donde ensalzar a una mujer que hace muchos años perdió la razón. Milei seguirá siendo atacado por las mafias, que aún operan en el sindicalismo argentino y por los políticos corruptos que permanecen operativos en toda la Nación. Milei ha superado todos los pronósticos y la economía se recupera a paso lento, pero seguro. Lo peor ya pasó, pero no deben confiarse, pues el cáncer se niega a morir. Es cosa de mirar lo que sucede en Cuba, Nicaragua y Venezuela. Vamos Argentina que se puede, la justicia tarda, pero llega.