Ingeniero y Académico

Un circo que navega a Gaza

El próximo domingo 31 de agosto zarpará desde Barcelona la llamada Global Sumud Flotilla, un proyecto presentado como el mayor intento civil de romper el bloqueo israelí a Gaza. Detrás, un despliegue de barcos de distintas nacionalidades, el patrocinio de una ONG internacional poco transparente y, sobre todo, un cortejo de artistas y políticos españoles que no han querido perder la oportunidad de subirse al circo mediático.

Ayer a la noche, mientras tomaba mi champán diario y navegaba por las redes sociales, me saltó el vídeo difundido por la propia organización. El vídeo no tiene desperdicio, Jordi Évole, Luis Tosar, Carolina Yuste, Carlos Bardem y una veintena de rostros conocidos recitando frases como “El silencio no es una opción” o “Corre la voz”. También la ex alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, quien ha confirmado que viajará en uno de los barcos. Y no, no se me atragantó el champán, al contrario, me dio ganas de beberme otra copita para digerir el ataque de risa que me causó el video.

Pues estamos ante una nueva demostración de oportunismo político y cultural, un trampolín perfecto para que, esos rostros conocidos, puedan colocarse en titulares, sin riesgo real y sin aportar soluciones tangibles, algo muy típico entre la izquierda y el famoseo.

El compromiso con la causa palestina se ha convertido para muchos de estos políticos, actores y “personajes conocidos” en una cuestión de branding personal: pronunciarse otorga aura de conciencia social y, además, les permite encubrir la falta de proyectos o relevancia profesional con una etiqueta de “activismo internacional”.

El historial de flotillas hacia Gaza es bien conocido: barcos interceptados, activistas deportados, cargamentos incautados. La probabilidad de que esta vez sea diferente es casi nula. Los organizadores lo saben, los políticos lo saben y los artistas lo saben. Aun así, insisten en la narrativa épica de que “romperán el bloqueo”. ¡Estoy seguro de que el Ejército Israelí rendirá el bloqueo en cuanto vea a la ex alcaldesa Ada Colau en el puente de mando! 

En la práctica, la flotilla no abrirá ningún corredor humanitario ni logrará introducir ayuda, ni nada de nada. Es simple y llanamente un gesto vacío condenado a convertirse en noticia pasajera de “barcos bloqueados” y “activistas retenidos”. Mientras tanto, los gazatíes seguirán sufriendo sin recibir una mejora real en sus condiciones de vida.

La Freedom Flotilla Coalition, plataforma que coordina esta operación, se vende como una iniciativa ciudadana global, pero funciona sobre todo como una máquina de propaganda. Sus recursos se invierten en comunicados, vídeos y reclutamiento de caras conocidas en lugar de en diseñar alternativas operativas. No hay transparencia financiera, no existen planes logísticos serios y no se vislumbra ninguna capacidad de presión diplomática real. Lo que sí hay es una habilidad notable para colocar su marca en la agenda mediática cada pocos años. Cada fracaso no resta, al contrario: alimenta el victimismo simbólico que garantiza la continuidad de la ONG, siempre a costa de repetir una fórmula que ya ha demostrado ser inútil.

La Global Sumud Flotilla es un ejercicio de vanidad disfrazada de solidaridad. Los actores y políticos españoles que se prestan a esta representación buscan más notoriedad que eficacia, como en el Circo. La ONG organizadora, lejos de aportar soluciones, perpetúa un ritual de fracaso útil únicamente para su supervivencia como colectivo. Y el proyecto, en su conjunto, es tan inoperante como previsible: una travesía rumbo a la nada. 

La trágica situación humanitaria que se vive en Gaza no necesita barcos con cámaras de televisión a bordo. Necesita tener presente las circunstancias de esta situación (aprovecho para recordar que estamos ante una Operación Militar surgida tras un bestial ataque perpetrado por el grupo terrorista de Hamas) y, seguidamente, una gestión diplomática seria, coordinada con eficacia, que permita la apertura de canales humanitarios reales. Todo lo demás es espectáculo. Un circo que navega a Gaza.