Abrir la mente y el corazón

Argentina, otra vez en crisis

Hace unas semanas, Argentina celebró elecciones legislativas. El resultado fue claro: el partido del actual presidente Javier Milei obtuvo la mayoría. 

Desde su llegada al poder, las políticas implantadas por el gobierno han generado un profundo impacto negativo en la vida cotidiana de millones de argentinos, especialmente en los sectores más vulnerables.

Entre las medidas y acciones más significativas se destacan:

  • Eliminación de 13 Ministerios y organismos estatales, entre ellos: Instituto Nacional del Cáncer, Instituto Nacional de Prevención, Diagnóstico, Tratamiento e Investigación de Enfermedades Cardiovasculares, Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI). 
  • Falta de actualización de las jubilaciones con la consecuente pérdida del poder adquisitivo, hoy la jubilación mínima en Argentina es de unos 270 dólares mensuales.
  • Falta de actualización por inflación a pensiones por discapacidad (hoy ronda los 80 dólares mensuales), y eliminación de 200.000 pensiones por discapacidad de manera arbitraria. Esto implica además haber dejado sin cobertura sociosanitaria al colectivo más vulnerable de la población.
  • Índice de pobreza: 31% e indigencia 6.9% (según el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina).
  • Privatización de la empresa nacional de agua.
  • Recorte de presupuestos destinados a: Ciencia, Cultura, Educación, Industria, y Salud, entre otras áreas.
  • Veto de las leyes: Financiamiento universitario y la ley de emergencia sanitaria pediátrica.

Además, según un informe del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG) publicado en abril de 2025, la situación económica de Argentina empeoró:

  • Reducción del Producto Bruto Interno (PBI), 
  • Reducción de la actividad industrial (del 66.4 al 58.6%).
  • La deuda pública creció en más de 100.000 millones de dólares (y continuará creciendo con el nuevo préstamo de 20 mil millones de dólares solicitado al Fondo Monetario Internacional).
  • Aumento del combustible de un 380%.
  • Aumento de medicamentos de un 250%.
  • Disminución de las ventas en el supermercado: disminución del consumo de carne y leche.

A esto se suma un hecho doloroso y simbólicamente grave: algunos funcionarios del actual gobierno han puesto en duda la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas. Además, el presidente se ha manifestado admirador de Margaret Thatcher, quien ordenó el hundimiento del Crucero General Belgrano cuando se encontraba por fuera de la zona de exclusión, provocando la muerte de 323 argentinos. Este punto me toca profundamente: mi padre fue asignado al ARA San Antonio, y perdió a muchos amigos en ese ataque. Él pudo haber sido uno de los héroes caídos.

Adicionalmente otro gran cambio que se viene luego de las elecciones es el Proyecto de Reforma Laboral cuyos principales ejes son:

  • Ampliación de la Jornada laboral. Hasta un máximo de doce horas diarias, modificando el límite actual de ocho horas.
  • Indemnizaciones en cuotas. Se establece la posibilidad de abonar las indemnizaciones y multas derivadas de sentencias judiciales en hasta doce cuotas mensuales.
  • Flexibilización de convenios. La propuesta autoriza la implementación de sistemas de banco de horas y otros esquemas laborales flexibles.
  • Salario en especie. Se recupera la opción de abonar una porción del salario a través de prestaciones no dinerarias, como vales de comida o canastas de alimentos.

¿Es esta la Argentina que soñamos? ¿Cómo puede un proyecto político que vulnera derechos esenciales ganar elecciones? ¿Cómo se explica que se ponga en juego el acceso y el derecho a la salud y la educación de los colectivos más vulnerable, el de los niños, personas con discapacidad y adultos mayores?

La paz, el amor, el respeto, un sistema equitativo y solidario de salud y educación parecen cada vez más lejanos, incluso en países donde eran conquistas indiscutibles. Se vuelve a cuestionar si la salud y la educación deben ser universales. Y eso, sinceramente, asusta.

Hoy más que nunca el mundo necesita líderes con corazón, con conocimientos técnicos, con respeto por la dignidad humana y empáticos.