Ingeniero y Académico

“Adiós Bakura, disfruta del infierno”

Cuando el pasado 15 de agosto, Ibrahim Mahamadu, más conocido como Bakura, líder de Boko Haram, fue abatido en una operación militar en la región del Lago Chad, en el sureste de Níger, no dudé en abrir una botella de champán y brindar.

Seguro que ante esta declaración que hago saldrán algunas personas diciendo que soy muy malo al brindar por la muerte (en mi opinión merecida desaparición) de un ser humano. Es verdad, ¡soy terrible!

¿Y el motivo de tal brindis? Pues lo explicare de una manera sencilla para que cualquiera de esas personas pueda comprenderlo. El tal Ibrahim Mahamadu, de apodo Bakura, nacido en Nigeria hace alrededor de 40 años, era un terrorista que asumió el liderazgo del grupo terrorista Yihadista Boko Haram en 2022 tras la muerte, en 2021, de su anterior líder, Abubakar Shekau (otro por cuya muerte brindé). Su facción, leal a Shekau, se centró en ataques a civiles y secuestros, causando la muerte de aproximadamente 40.000 personas y desplazando a más de dos millones en la región del Lago Chad. Un “angelito” el tipo.

La feliz operación en la que se hizo justicia contra el Boko Haram fue ejecutada por el Ejército de Níger bajo el mando del General Salifou Modi, con la colaboración de los servicios de inteligencia de Marruecos dirigidos por el General Abdellatif Hammouchi. Según el comunicado oficial, un avión de combate de la Fuerza Aérea de Níger lanzó tres ataques aéreos dirigidos contra las posiciones que Bakura ocupaba en la isla de Shilawa, en la región de Diffa, cerca de las fronteras con Nigeria, Chad y Camerún.

La operación que resultó en la muerte del terrorista Bakura fue el resultado de semanas de vigilancia y coordinación entre las fuerzas nigerinas y los servicios de inteligencia marroquíes, en su lucha contra el terrorismo yihadista en El Sahel, región que sigue siendo un caldo de cultivo para el yihadismo, debido a la fragilidad institucional, la pobreza, la inseguridad y la falta de oportunidades, factores que grupos extremistas como Boko Haram explotan para reclutar y expandirse.

En esta feliz operación algunos informes mencionan la participación del Cuerpo Expedicionario Ruso (bautizado de forma más popular como Africa Corps). De momento no ha habido confirmación oficial, pero de ser así no sería de extrañar dada la creciente presencia de dicho Cuerpo, heredero del Grupo Wagner, en la región de El Sahel, donde Rusia nos está “comiendo la tostada” a los Europeos.

En cualquier caso, haya participado quien haya participado en esta operación, la muerte de Bakura representa un avance significativo en la lucha contra el terrorismo en El Sahel. Este éxito por parte del Ejército de Níger debe ser celebrado como un paso hacia la restauración de la seguridad y la estabilidad en una región que ha sufrido durante demasiado tiempo, y por desgracia, sigue sufriendo, en manos del terrorismo yihadista. Una región que, por cierto, tenemos a las puertas de Europa, en nuestro mal defendido flanco sur.

Pero de momento podemos al menos celebrar que, desde el 15 de agosto, ya no tenemos que compartir el oxígeno de este bello Mundo con esa bestia que era Bakura.

“Adieu Bakura, profite de l’enfer”