Centro de inmigrantes de alcalá de henares

Trabajadores del centro de inmigrantes de Alcalá denuncian peleas, drogas y falta de seguridad en unas instalaciones saturadas

Centro de inmigrantes de Alcalá de Henares

El macrocentro funciona al límite de su capacidad con más de 10.000 personas en año y medio, según la alcaldesa, y sin personal suficiente para garantizar seguridad

Los trabajadores del Centro de Acogida de Inmigrantes de Alcalá de Henares han denunciado este viernes la grave situación de inseguridad que se vive en las instalaciones. Según explican, la falta de personal hace imposible contener las constantes peleas, la venta de drogas y la llegada de personas sin control previo, lo que ha colocado al recinto en una situación crítica.

Estamos indefensos, sólo llevamos unos grilletes”, alertan algunos empleados, que aseguran que la presión ha ido en aumento con la llegada de menores procedentes de Canarias.

Un centro desbordado

El macrocentro, ubicado en el antiguo acuartelamiento militar, funciona al límite de su capacidad, según los sindicatos. La alcaldesa de Alcalá de Henares, Judith Piquet, ha denunciado que los vecinos han sido engañados: “Iban a ser unos meses y unos 200 inmigrantes, y en un año y medio han pasado más de 10.000 personas”.

El malestar vecinal se agravó en julio, cuando el pleno del Ayuntamiento aprobó exigir el cierre del centro tras la violación de una joven presuntamente cometida por un residente del recinto.

Reivindicaciones y denuncias

Los trabajadores también critican la falta de medios materiales para afrontar los incidentes diarios y aseguran que el deterioro de las instalaciones aumenta la tensión. Afirman que no hay personal sanitario suficiente, que muchos acogidos llevan meses con la misma ropa y que la alimentación es deficiente.

Desde el Ministerio de Inclusión se niega que el centro esté saturado, aunque las organizaciones sindicales insisten en que existe un problema estructural que compromete tanto la seguridad del personal como la de los propios residentes.

Alcalá exige soluciones

La alcaldesa Piquet ha reclamado “seriedad y transparencia” al Gobierno central y acusa al Ministerio de intentar “ocultar cada incidente”. “Este centro no es la solución, sino un problema que desborda a los trabajadores y a la ciudad”, afirmó.

Mientras tanto, los empleados del centro han pedido refuerzos inmediatos y una revisión completa del modelo de gestión, advirtiendo de que la situación es “insostenible” y podría derivar en sucesos aún más graves.