Reapertura del Puente de Zulema de la carretera M-300 : más seguridad y comodidad para vecinos y ciclistas
Los trabajos de renovación han durado cinco meses y han incluido un refuerzo integral de la estructura y mejoras de seguridad para los usuarios.
Una losa de hormigón y una pasarela más segura
El consejero de Presidencia, Justicia y Administración Local, Miguel Ángel García Martín, visitó la infraestructura para supervisar la finalización de los trabajos. Durante la intervención, se reforzó la estructura con una loso de hormigón de gran resistencia, lo que garantiza una mayor durabilidad frente al tráfico intenso, que alcanza 19.398 vehículos diarios, un 7% de ellos pesados.
Además, se ha construido una nueva acera de 2,7 metros de ancho, con barandilla adaptada para ciclistas, que mejora notablemente la seguridad de peatones y usuarios de bicicletas. La reapertura completa del puente se produjo el pasado 6 de noviembre, diez días antes de lo previsto, minimizando así las molestias para los conductores.
“Los vecinos pueden disfrutar de una pasarela más ancha y segura, con protección especial para ciclistas. Esto supone un avance importante en la movilidad y seguridad de la zona”, destacó García Martín.
Conservación y respeto al valor histórico
El proyecto no solo ha buscado reforzar la infraestructura, sino también preservar la estética histórica del puente. Durante la primera fase se realizaron trabajos de conservación en la subestructura, incluyendo el saneamiento y sellado de fisuras de piedra y la aplicación de hidrofugantes. La segunda fase se centró en la superestructura, eliminando la acera original, instalando la nueva y colocando un pretil metálico.
La actuación, con una inversión de más de 850.000 euros, forma parte de la Estrategia de Conservación y Mantenimiento de Carreteras de la Comunidad de Madrid, que garantiza la seguridad y buen estado de los 2.500 kilómetros de vías bajo gestión regional.
Obras adelantadas y planificación eficiente
El consejero García Martín subrayó la eficiencia de los trabajos, que se agilizaron mediante ampliación de turnos, incluyendo fines de semana, para abrir al tráfico el puente antes de lo previsto. Esta estrategia permitió minimizar el impacto sobre los usuarios y garantizar una movilidad más fluida entre dos zonas muy transitadas de Alcalá de Henares.
“El refuerzo de la estructura y la mejora de la pasarela son un ejemplo de cómo la Comunidad de Madrid invierte en seguridad, movilidad y conservación del patrimonio histórico”, concluyó García Martín.