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La DGT mantiene en tierra sus helicópteros Pegasus por falta de presupuesto

Helicópteros Pegasus

Los nueve helicópteros Pegasus están inoperativos por falta de fondos para su mantenimiento, lo que genera dudas sobre la seguridad vial en España

La Dirección General de Tráfico (DGT) atraviesa una situación crítica: sus helicópteros Pegasus, utilizados para vigilar las carreteras españolas, permanecen en tierra por la falta de recursos para su mantenimiento. La medida afecta a las nueve aeronaves operativas, que llevan semanas sin poder despegar, lo que ha provocado preocupación entre expertos y asociaciones de conductores por la merma en la vigilancia y el control del tráfico.

Una herramienta clave para la seguridad vial

Los Pegasus han sido durante años la gran apuesta tecnológica de la DGT. Equipados con radares de alta precisión, permiten controlar la velocidad, detectar infracciones y reforzar la seguridad en vías interurbanas. Su paralización supone, según fuentes consultadas, una pérdida significativa de capacidad de control, especialmente en un momento en que la siniestralidad vial preocupa a las autoridades europeas.

El coste del mantenimiento y el debate sobre prioridades

El economista José Ramón Riera ha señalado que esta situación es difícil de comprender en un país que “va a recaudar cerca de 720.000 millones de euros en impuestos este año” y que, sin embargo, no tiene fondos para mantener operativos unos helicópteros clave para la seguridad. En sus palabras: “Esto es el desastre socialista: lo que encontraron bien lo han hundido, lo que encontraron regular lo han destrozado y lo que encontraron mal ya mejor ni hablemos de ello”.

Riera subraya que mientras no hay dinero para el mantenimiento de la flota aérea de la DGT, el Gobierno ha aprobado recientemente cuantiosas partidas para otros fines, lo que abre el debate sobre la gestión y la transparencia en el uso del presupuesto público.

Consecuencias para la seguridad

Con los Pegasus en tierra, el control del tráfico depende en exclusiva de los radares fijos y móviles de la Guardia Civil, lo que supone una cobertura menor en términos de alcance y flexibilidad. Asociaciones de automovilistas temen que esta situación genere un efecto llamada a la imprudencia, con un aumento de la velocidad media en las carreteras y, por ende, un mayor riesgo de accidentes.

Además, los expertos alertan de que la falta de helicópteros compromete no solo la vigilancia preventiva, sino también la capacidad de reacción en emergencias, dado que estas aeronaves son utilizadas en ocasiones para coordinar rescates y actuaciones de tráfico en grandes siniestros.

Exigen soluciones inmediatas

Desde distintos ámbitos se reclama al Ministerio del Interior que desbloquee de forma inmediata la situación, bien mediante un crédito extraordinario o con una reordenación presupuestaria, para garantizar el mantenimiento y puesta en servicio de la flota Pegasus.

Mientras tanto, la sensación de improvisación se impone. Tal como resume Riera, “no puede ser que un país con 800.000 millones de gasto público al año tenga todos sus helicópteros de tráfico parados por falta de dinero”.