Incendios

España encara la peor ola de incendios en tres décadas siguen 18 focos activos y más de 33.000 desalojados

Incendio en El Molar - Foto de 112 Comunidad de Madrid

El fuego arrasa más de 382.000 hectáreas en lo que va de año, mientras los efectivos luchan contra los frentes en Galicia, Castilla y León y Extremadura

España afronta estos días la que ya se considera la peor campaña de incendios desde 1994. Según los últimos datos del Comité Estatal de Coordinación (Cecod), permanecen activos 18 incendios graves de nivel 2 en varias comunidades, principalmente en Galicia, Castilla y León y Extremadura, lo que ha obligado a desalojar a más de 33.000 personas desde el pasado 12 de agosto.

En total, los fuegos han consumido ya más de 382.000 hectáreas, de acuerdo con las estimaciones del sistema europeo Copernicus. Aunque la mejora de la meteorología —descenso de las temperaturas, lluvias débiles y aumento de la humedad relativa— está favoreciendo las labores de extinción, los equipos de emergencias mantienen la máxima alerta.

Extremadura, Galicia y Castilla y León: los frentes más graves

En Extremadura, el incendio declarado en Jarilla (Cáceres) es uno de los más extensos, con alrededor de 17.000 hectáreas arrasadas. El perímetro está prácticamente cerrado, pero se mantienen desalojos en Hervás y localidades del Valle del Jerte. El municipio de La Garganta, con unos 400 habitantes, sigue en preaviso.

La situación es crítica también en Galicia, donde permanecen activos cinco incendios graves en Ourense. El más devastador es el de Larouco, que ha arrasado 30.000 hectáreas, convirtiéndose en el mayor registrado en la historia de la comunidad. En conjunto, Galicia suma ya 88.000 hectáreas calcinadas este año.

En Castilla y León, el incendio de Fasgar (León) se complicó anoche tras un nuevo foco sospechosamente intencionado, lo que obligó a desalojar Igüeña y Colinas del Campo, con unos 500 habitantes afectados. La provincia de León contabiliza alrededor de 2.000 evacuados. En Zamora, el fuego de Porto ha destruido más de 10.000 hectáreas, especialmente en el Parque Natural del Lago de Sanabria. Aunque algunas localidades han podido regresar, ocho pueblos siguen desalojados.

En Asturias, cuatro fuegos continúan activos. El más preocupante es el de Degaña, que avanza desde la vecina provincia leonesa. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, visitará la zona este viernes.

Amplio despliegue de medios y apoyo internacional

El dispositivo de extinción incluye a miles de efectivos. En Porto (Zamora) trabajan más de 250 personas y 14 medios aéreos, mientras que en Jarilla (Cáceres) lo hacen 481 profesionales y 19 aeronaves. Además, España cuenta con el refuerzo de brigadas internacionales procedentes de Rumanía, Grecia, Alemania, Francia, Finlandia y Estonia.

Consecuencias humanas y materiales

La magnitud de los incendios ha dejado un balance trágico: cuatro fallecidos, entre ellos un bombero en León. El Ministerio del Interior ha confirmado 40 detenidos y 119 investigados por su presunta relación con los fuegos. Ocho carreteras secundarias permanecen cortadas en Castilla y León y Extremadura, mientras la Junta castellano-leonesa ha anunciado ayudas para costear alquileres a quienes hayan perdido su vivienda. Galicia y Asturias preparan ya la solicitud de declaración de zona catastrófica.

Tensión política en plena emergencia

La gestión de la crisis ha derivado también en un pulso político. El Partido Popular acusa al Gobierno de haber reaccionado tarde, mientras que la directora de Protección Civil, Virginia Barcones, ha pedido “responsabilidad” y el fin de los insultos tras ser llamada “pirómana” por dirigentes populares. El Ejecutivo defiende que la respuesta fue inmediata y que se han movilizado todos los recursos disponibles desde el primer momento.

Con la mejora de las condiciones meteorológicas y el refuerzo de medios internacionales, se espera que algunos frentes puedan darse por controlados en los próximos días. Sin embargo, la magnitud de la catástrofe y los daños acumulados confirman que 2025 será recordado como el año más devastador en materia de incendios forestales en España en tres décadas.