Manifestación

La prohibición de circular a los vehículos sin etiqueta en Madrid desata protestas y alarma económica

La restricción que vetará desde el 1 de enero a 300.000 vehículos sin etiqueta en Madrid genera protestas, temor económico y quejas por su impacto en familias con menos recursos

La cuenta atrás para el veto total a los vehículos sin etiqueta medioambiental en todo el municipio de Madrid ha disparado la preocupación entre miles de conductores. A partir del 1 de enero de 2026, los coches gasolina anteriores a 2001 y diésel anteriores a 2006 no podrán circular ni aparcar en ningún punto de la capital, una medida incluida en la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) que afectará de lleno a las economías más vulnerables.

Según cálculos del sector, cerca de 300.000 vehículos censados en Madrid quedarán fuera de uso en la ciudad, lo que supone el 15 % del parque móvil. Una cifra que escala hasta medio millón si se tienen en cuenta los accesos desde fuera del término municipal.

Un impacto que golpea a las rentas más bajas

Organizaciones como De Vuelta advierten de que la prohibición afectará con especial dureza a barrios como Villaverde, Vallecas, Usera o Carabanchel, donde se concentra el 35 % de los vehículos sin distintivo.
El coste económico para sustituir estos coches, según sus cálculos, asciende a entre 6.000 y 9.000 millones de euros, considerando que el precio medio de un vehículo de reposición oscila entre 20.000 y 30.000 euros.

Pedro Javaloyes, portavoz de la entidad, alerta de que muchas familias “simplemente no pueden asumir el coste de cambiar un coche que funciona perfectamente”. La alternativa, señalan, será dejarlo aparcado o exponerse a multas que alcanzan los 200 euros por cada acceso no permitido.

Los afectados: familias, trabajadores y personas con necesidades médicas

La problemática no afecta solo a quienes utilizan el coche para trabajar. La Asociación de Vehículos Afectados por las Restricciones Medioambientales denuncia que muchos conductores usan su vehículo para acudir a tratamientos médicos en hospitales madrileños.
“Hay personas que vienen desde fuera para seguir terapias graves en La Paz. No tiene sentido que un coche con ITV al día y en buen estado no pueda entrar”, lamenta su presidente, David, quien critica que la ZBE actúa “como una medida económica, no ambiental”.

David recuerda que los vehículos sin etiqueta podrán circular el 31 de diciembre y “comerse las uvas en un barrio a otro”, pero al día siguiente quedarán prohibidos.

Manifestación este sábado: marcha rodada y concentración en la Puerta de Alcalá

Ante este escenario, el colectivo ha convocado una manifestación el sábado a las 17:00.
La protesta tendrá dos formatos:

  • Marcha rodada desde Ventas, para quienes aún puedan circular.

  • Concentración a pie en la Puerta de Alcalá, para los conductores cuyas restricciones ya les impiden desplazarse.

El objetivo es exigir una moratoria y denunciar que la próxima fase del plan municipal podría afectar también a los vehículos con etiqueta B.

Una ZBE que sigue generando divisiones

Mientras el Ayuntamiento defiende la medida por motivos ambientales y de salud pública, los afectados aseguran que la ZBE deja fuera a familias que no pueden renovar su vehículo y que el plan no ha ido acompañado de ayudas suficientes ni alternativas reales.
Miles de madrileños se sienten obligados a modificar su movilidad diaria sin tener capacidad económica para afrontar el cambio.

El debate, lejos de reducirse, apunta a intensificarse en las próximas semanas, con las protestas ya convocadas y con cientos de miles de conductores pendientes de un cambio que transformará la movilidad de la ciudad.