La Plataforma Ecologista Madrileña cumple un año y alerta de un retroceso ambiental sin precedentes en la Comunidad de Madrid

Un año defendiendo el territorio en la Comunidad de Madrid

El colectivo denuncia un cambio de modelo territorial y ambiental en la región y hace balance de un año marcado por la acción jurídica, la movilización social y la defensa del patrimonio natural.

La Plataforma Ecologista Madrileña cumple su primer año de existencia en un contexto que, según denuncia el propio colectivo, evidencia un deterioro acelerado de las políticas de protección ambiental en la Comunidad de Madrid. Desde su constitución, el 19 de diciembre de 2024, la plataforma ha desplegado una intensa actividad de denuncia pública, movilización social y acción jurídica frente a lo que considera un cambio de modelo territorial, ambiental y de gestión de los recursos naturales.

Durante 2025, las organizaciones que integran la Plataforma —ARBA, la Asociación Ecologista del Jarama El Soto, GRAMA, Jarama Vivo y Liberum Natura— han emitido un total de 62 comunicados en los que documentan retrocesos en conservación de la biodiversidad, planificación urbanística, gestión del agua y tratamiento de residuos. Un volumen de actividad que refleja, a juicio del colectivo, la magnitud de los conflictos ambientales abiertos en la región.

Más allá de la denuncia, la Plataforma se ha consolidado como un espacio estable de coordinación entre organizaciones ecologistas con una larga trayectoria y como un punto de apoyo para pequeños colectivos locales dispersos por la Comunidad de Madrid. Ese trabajo en red ha permitido que conflictos de ámbito local adquieran visibilidad pública, respaldo técnico y recorrido administrativo y judicial, como la colaboración con la Asociación Salvemos el Pico del Lobo, en Segovia, o las actuaciones frente a diversas agresiones en suelo protegido en Paracuellos de Jarama.

Agua y ríos: del incumplimiento sistemático a la restauración activa

La defensa del agua y de los ecosistemas fluviales ha sido uno de los ejes centrales de la actividad de la Plataforma Ecologista Madrileña. El colectivo ha denunciado de forma reiterada el incumplimiento de los caudales ecológicos del río Tajo, los vertidos de aguas residuales sin depurar —como los detectados en el entorno de la urbanización de lujo de Ciudalcampo—, la proliferación de barreras fluviales abandonadas, la degradación de riberas en espacios protegidos y la iluminación ornamental del río Manzanares a su paso por la ciudad de Madrid.

En el plano judicial, la Plataforma ha participado en procedimientos que han desembocado en sentencias del Tribunal Supremo que obligan al establecimiento inmediato de caudales ecológicos en tramos protegidos del Tajo, resoluciones consideradas clave en la defensa del dominio público hidráulico.

Durante 2025, además, el colectivo ha dado un paso más al implicarse directamente en la restauración fluvial mediante el Proyecto Riato, en la sierra norte madrileña. Esta iniciativa permitirá recuperar la continuidad ecológica de más de 20 kilómetros de los ríos Riato y Puebla y se desarrolla en colaboración con Open Rivers Programme. Con ello, la Plataforma refuerza un enfoque que combina la denuncia con la recuperación efectiva de la naturaleza.

Urbanismo: macroproyectos y cambio de modelo territorial

El urbanismo ha sido otro de los grandes frentes abiertos durante este primer año. La Plataforma ha interpuesto dos procedimientos judiciales contra el plan especial y la licencia del circuito de Fórmula 1 de Madrid, al tiempo que ha alertado sobre lo que considera un cambio estructural del modelo territorial, orientado a priorizar el beneficio económico frente al interés general.

A lo largo de 2025 se han presentado alegaciones y denuncias contra macroproyectos urbanísticos en el entorno del río Guadalix, en los municipios de El Molar y Algete; contra proyectos declarados de interés regional, como el Proyecto de Actuación Regional Ergón Logistic Park A-42, en Torrejón de Velasco; y contra nuevas normativas autonómicas, entre ellas el Anteproyecto de Ley del Suelo y Ordenación del Territorio de la Comunidad de Madrid, que, según la Plataforma, consolidan el urbanismo como un negocio privado incluso en zonas inundables y espacios incluidos en la Red Natura 2000.

Biodiversidad: lobo, incendios y especies invasoras

La defensa de la biodiversidad ha ocupado un lugar central en la agenda del colectivo. La Plataforma ha participado en movilizaciones y ha presentado alegaciones en defensa del lobo ibérico frente a la reducción de su grado de protección, ha denunciado la gestión de los incendios forestales y ha reclamado actuaciones administrativas eficaces para el control de especies exóticas invasoras, como el siluro en el río Jarama.

Asimismo, ha formulado alegaciones al Anteproyecto de Ley de caza y pesca de la Comunidad de Madrid, al considerar que perpetúa prácticas incompatibles con la conservación, y ha exigido transparencia y respuestas eficaces ante el brote de gripe aviar que ha provocado la muerte de cerca de un millar de cigüeñas y otras aves protegidas en el sureste de la región.

Residuos: Valdemingómez y el debate sobre el modelo

En materia de residuos, la Plataforma Ecologista Madrileña ha defendido un cambio de modelo que priorice la reducción, la reutilización y el reciclaje frente a la incineración. Durante 2025 ha participado activamente, junto a la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid, en la Mesa de Trabajo por el Cierre de la Incineradora de Valdemingómez, impulsando movilizaciones ciudadanas, charlas informativas y denuncias públicas.

El colectivo ha alertado sobre las deficiencias de seguridad de la instalación, su obsolescencia tecnológica y la estrategia del Ayuntamiento de Madrid para prolongar su vida útil mediante inversiones que considera encubiertas, en lugar de aprobar un plan de cierre y avanzar hacia un sistema de gestión de residuos alineado con los objetivos europeos de sostenibilidad y salud pública.

Un espacio ecologista independiente y sin jerarquías

Más allá de la actividad reivindicativa, la Plataforma Ecologista Madrileña se define como un espacio ecologista seguro, libre de violencias machistas y de dinámicas de poder, sin protagonismos ni jerarquías, y basado en el trabajo colectivo. Su independencia respecto a subvenciones públicas refuerza, según subraya el propio colectivo, su autonomía y coherencia a la hora de fiscalizar la actuación de las administraciones.

En el primer aniversario de su constitución, las asociaciones que integran la Plataforma reafirman su compromiso con la defensa del patrimonio natural, la justicia ambiental y el apoyo al ecologismo de base, y anuncian que continuarán fortaleciendo el trabajo en red para frenar el deterioro ambiental en la Comunidad de Madrid.