CSIF denuncia que la Comunidad de Madrid sigue sin resolver la exposición al gas radón en oficinas de Agentes Forestales
El sindicato exige el traslado inmediato de los trabajadores de San Lorenzo de El Escorial y Cercedilla por niveles de radón superiores a los límites legales
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha denunciado que la Comunidad de Madrid continúa sin dar una solución definitiva a la presencia de gas radón en las oficinas comarcales del Cuerpo de Agentes Forestales en San Lorenzo de El Escorial y Cercedilla, pese a las reiteradas advertencias sobre los riesgos laborales que supone la exposición prolongada a este agente cancerígeno.
Exposición a niveles por encima del límite legal
CSIF ha solicitado de forma urgente a la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior el traslado de los trabajadores a centros que cumplan con la normativa de prevención de riesgos laborales, recordando que las mediciones realizadas entre octubre de 2013 y enero de 2024 registraron niveles superiores a los 800 becquerelios por metro cúbico (Bq/m³), cuando el máximo permitido por la legislación es de 300 Bq/m³.
El sindicato recuerda que el gas radón, un gas radiactivo de origen natural presente en suelos graníticos, está catalogado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como carcinógeno del grupo 1, es decir, de riesgo probado para la salud humana.
Instalaciones inadecuadas y deficiencias en las medidas adoptadas
Tras las denuncias del sindicato, la Consejería instaló maquinaria de extracción de aire con el fin de reducir la concentración de radón. Sin embargo, CSIF ha cuestionado la idoneidad y eficacia de los equipos, ya que la instalación ha resultado deficiente y ha generado nuevos problemas, como contaminación acústica derivada del ruido constante de las unidades exteriores.
“El ruido se ha convertido en un nuevo riesgo laboral, y ni siquiera se han realizado mediciones acústicas que acrediten que los equipos cumplen con la normativa”, señala la organización sindical, que acusa a la Administración regional de actuar con falta de rigor técnico y negligencia preventiva.
La última medición realizada en junio arrojó resultados aparentemente inferiores a los límites normativos, pero el propio interlocutor de la Agencia de Seguridad y Emergencias Madrid 112 (ASEM) —organismo responsable del cuerpo de agentes forestales— reconoció que esas mediciones no son válidas al no ajustarse a los estándares exigidos.
La administración autonómica ha anunciado que realizará una nueva medición conforme a la normativa, aunque sin concretar plazos ni medidas de protección inmediatas para los empleados expuestos.
Falta de reconocimientos médicos y riesgos adicionales
Además del gas radón, CSIF ha denunciado la presencia de humedad en las instalaciones, que podría generar moho y provocar afecciones respiratorias o alergias entre los trabajadores. Según el sindicato, no existe una evaluación adecuada por parte de la administración autonómica sobre este tipo de riesgos ambientales.
El sindicato también ha lamentado que, pese a tratarse de una exposición a un agente cancerígeno, la Comunidad de Madrid no haya previsto reconocimientos médicos específicos para el personal afectado, lo que supone un incumplimiento del artículo 22 de la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales, que establece la obligación de vigilancia de la salud de los trabajadores expuestos a riesgos específicos.
Exigencia de traslado inmediato y certificación de seguridad
Ante esta situación, CSIF Madrid ha exigido el traslado inmediato de todos los trabajadores afectados a oficinas seguras hasta que las actuales sean certificadas como entornos 100 % libres de riesgo, con mediciones válidas y contrastadas.
“Se está poniendo en riesgo de manera grave la salud de los agentes forestales, y la administración está incumpliendo su deber de garantizar unas condiciones de trabajo seguras”, ha advertido el sindicato en un comunicado.
Asimismo, CSIF ha reclamado a la Consejería que adopte medidas preventivas urgentes, realice controles ambientales regulares y garantice la transparencia de los resultados de las mediciones para que los trabajadores puedan conocer la situación real de sus centros de trabajo.
El sindicato ha recordado que la exposición prolongada al gas radón puede aumentar significativamente el riesgo de cáncer de pulmón, especialmente en entornos cerrados y mal ventilados, como los sótanos o edificios antiguos donde se ubican las oficinas afectadas.