Vecinos Orcasitas

Orcasitas vuelve a encender su calefacción comunitaria: 2.350 hogares tendrán calor este invierno por menos de 40 euros al mes

Orcasitas central térmica

Las tres calderas subterráneas que abastecen a 2.350 viviendas cumplen 44 años en funcionamiento gracias a la gestión vecinal y a un modelo energético solidario

El barrio madrileño de Orcasitas vuelve a demostrar que la organización vecinal y la eficiencia energética pueden ir de la mano. Este invierno, las 2.350 viviendas conectadas a su central térmica comunitaria disfrutarán de calefacción por menos de 40 euros al mes, gracias a un modelo pionero en España que lleva más de cuatro décadas proporcionando calor a bajo coste.

La energía que generan las tres calderas subterráneas de la central lleva 44 años abasteciendo al barrio, un sistema que nació en 1984 como fruto de la presión vecinal durante el Plan de Remodelación impulsado por el entonces Instituto de Vivienda de Madrid. “Luchamos por cada céntimo, pero sobre todo porque nadie se quede sin calefacción”, afirma Miguel Ángel González, presidente de la Mancomunidad Calefacción Meseta de Orcasitas, que gestiona la instalación.

Un modelo nacido del esfuerzo vecinal

El sistema, construido junto con los nuevos bloques del barrio en los años ochenta, fue una decisión colectiva de los vecinos que apostaron por un modelo mancomunado de suministro energético. Desde entonces, su central térmica, situada bajo la plaza de la Asociación, se ha convertido en símbolo de identidad y orgullo colectivo.

“Tenemos una calefacción de ricos en un barrio de pobres”, resume González, en alusión al coste medio de entre 35 y 40 euros mensuales, frente a los 60 o 70 euros que pagan otros hogares con sistemas individuales.

Durante cuatro décadas, Orcasitas ha mantenido viva esta infraestructura gracias a una gestión totalmente vecinal: no hay empresas intermediarias ni organismos públicos que controlen la operación, salvo una empresa técnica encargada del mantenimiento obligatorio por ley.

Calor sostenible y ahorro energético

Originalmente alimentada por gasoil, la central pasó a funcionar con gas natural en 2012, lo que permitió reducir en más de 1.500 toneladas anuales las emisiones de CO₂. Además, la instalación de contadores individuales en cada vivienda ha reducido el consumo en torno al 20%, según datos de la mancomunidad.

El horario de funcionamiento de las calderas, de 12:00 a 22:30 entre noviembre y marzo, garantiza una temperatura constante de 21 grados en los hogares, sin los picos de consumo habituales en sistemas domésticos.

Un ejemplo de eficiencia solidaria

El sistema está diseñado para que nadie se quede sin calefacción, incluso si atraviesa dificultades económicas. “Si un vecino no puede pagar, lo cubrimos entre todos con los fondos comunes hasta que pueda hacerlo”, explica González. Esa solidaridad interna ha permitido mantener un barrio libre de pobreza energética.

Además, parte de las cuotas mensuales se reinvierte en mejoras de eficiencia y sostenibilidad. Recientemente se instalaron paneles solares fotovoltaicos que cubren el 25% del consumo eléctrico de la central y filtros anticorrosión que prolongan la vida útil de las calderas.

Una gestión ejemplar y con futuro

La central térmica de Orcasitas es considerada por instituciones y expertos europeos como un modelo de éxito en eficiencia energética y autogestión ciudadana. Las tres calderas, de 6 millones de calorías cada una, abastecen actualmente a los bloques de la Meseta de Orcasitas, aunque el sistema podría ampliarse a otras 700 viviendas del barrio.

El mantenimiento y la administración se realizan de manera voluntaria por los propios vecinos, quienes han logrado que las instalaciones se mantengan “impecables y en perfecto estado de funcionamiento”. Solo una administrativa cobra por su labor; el resto del trabajo es comunitario.

“Aquí nadie cobra nada, lo hacemos por nuestro barrio. Sabemos lo que tenemos y queremos cuidarlo”, afirma el presidente con orgullo.

Referente europeo en energía vecinal

El caso de Orcasitas ha sido estudiado por la Comisión Europea y organizaciones ecologistas internacionales como ejemplo de transición energética justa. Su combinación de autogestión, ahorro y sostenibilidad lo convierte en un referente dentro del sur de Europa.

Con 44 años de historia, la central sigue siendo la “joya de la corona” del barrio y una demostración de que la energía comunitaria puede ser eficiente, asequible y solidaria. Este invierno, una vez más, la Meseta de Orcasitas volverá a latir al ritmo de sus calderas, recordando que la unión vecinal también puede calentar hogares.