Un asentamiento chabolista en el parque Martin Luther King ahuyenta a los vecinos de Retiro
Los bancos del parque Martin Luther King se han convertido en infraviviendas, generando problemas de insalubridad y miedo entre los vecinos de Cerro Negro.
Los bancos del parque Martin Luther King, situado en la calle Cerro Negro, en el distrito de Retiro, han pasado de ser un espacio de descanso a convertirse en un asentamiento improvisado de personas sin hogar, lo que mantiene en vilo a los vecinos de la zona.
Según datos del Ayuntamiento de Madrid, en la capital hay unas 1.100 personas viviendo en la calle. Ningún distrito se libra del problema y Retiro se ha sumado a la lista en los últimos meses con la ocupación progresiva de este parque, donde los bancos se utilizan como camas y las zonas ajardinadas como espacios de uso cotidiano.
Problemas de insalubridad y abandono de las instalaciones
Los residentes denuncian una situación cada vez más difícil de soportar. “Hacen sus necesidades entre los matorrales y se asean en la fuente”, explica uno de los vecinos para TeleMadrid. La presencia continuada del asentamiento ha provocado que el parque infantil y el gimnasio al aire libre hayan quedado prácticamente inutilizados.
“La gente se asusta y ya no baja al parque”, resume otro vecino, que relata cómo muchos residentes evitan pasear por la zona, especialmente a determinadas horas del día.
Preocupación por el frío y por la seguridad
A la sensación de abandono se suma la inquietud por las bajas temperaturas. Los vecinos recuerdan que ya ha fallecido una persona sin hogar en la zona, lo que ha incrementado la alarma social ante la llegada del invierno.
Mientras tanto, muchos ciudadanos reconocen que han dejado de acudir solos al parque que se encuentra justo frente a sus viviendas, un espacio que antes era punto de encuentro y ahora es percibido como inseguro.
El Ayuntamiento intenta derivarlos a recursos sociales
El Consistorio madrileño asegura que su objetivo es derivar a estas personas a Centros de Atención Social, aunque admite que la mayoría rechaza la ayuda y prefiere permanecer en la calle. Esta negativa complica la actuación municipal y prolonga una situación que los vecinos consideran insostenible.
El asentamiento chabolista del parque Martin Luther King se ha convertido así en el último ejemplo de un problema estructural que afecta a toda la ciudad y que, por ahora, sigue sin una solución definitiva.