Aceite de Madrid: nuevo sistema de seguimiento obligatorio desde la cosecha hasta el almacén
La medida se prevé que esté aprobada antes del inicio de la campaña oleícola 2026/2027, reforzando así los controles ante el aumento del valor del aceite y los robos en las cosechas.
Un sistema obligatorio para proteger a los agricultores
El decreto establece un sistema de seguimiento obligatorio de todos los movimientos de las aceitunas, con el objetivo de identificar la procedencia de los frutos y determinar responsabilidades en caso de incidencias. Los titulares de explotaciones oleícolas deberán estar inscritos en el Sistema de Información de Explotaciones Agrarias (SIEX) y registrar todas las entradas y salidas de aceitunas.
Esta iniciativa se enmarca en la creciente importancia de la producción oleícola en la región, donde en los últimos cinco años se ha incrementado en un 1,8% la superficie dedicada al olivar, pasando de 29.425 hectáreas en 2019 a 29.959 en 2024. De estas, 20.000 hectáreas están amparadas por la Denominación de Origen Protegida (DOP) Aceite de Madrid, que en poco más de dos años ha reunido 13 marcas y almazaras.
Récord de producción y reconocimiento internacional
La campaña oleícola 2025/2026 arrancó este martes, ofreciendo al mercado nuevos productos avalados por la DOP, con expectativas de alta calidad gracias al buen estado sanitario de la aceituna. En la campaña anterior, 2024/2025, se produjeron 34.000 litros de aceite, lo que representa un incremento del 110% respecto a la primera campaña con esta figura de calidad.
La DOP Aceite de Madrid, reconocida por la Unión Europea en abril de 2023, ha conseguido ya 18 premios internacionales en países como Canadá, Reino Unido, Alemania, Italia, Israel, China y Japón. Su sabor y propiedades únicas derivan de la combinación de diferentes variedades, cuidadosamente estudiadas en el Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA).
Beneficios para el consumidor y el sector
Con este decreto, la Comunidad de Madrid busca proteger la propiedad de los frutos, mejorar la seguridad en el transporte y fomentar el consumo de aceite de oliva local, un alimento básico dentro de la dieta mediterránea. Además, la trazabilidad permitirá reforzar la confianza de los consumidores en la calidad de los productos amparados por la DOP Aceite de Madrid.