Entrevista

Miguel Palacios: "Todos nuestros alumnos deben aprender de tecnología o de negocios, según su especialidad"

Miguel Palacios, decano de la Facultad Business & Tech de la Universidad Alfonso X el Sabio (UAX)

El decano Miguel Palacios (UAX) analiza el impacto de la revolución tecnológica en la educación y el empleo: “Formar es preparar para el cambio”

Miguel Palacios, decano de la Facultad Business & Tech de la Universidad Alfonso X el Sabio (UAX), ofrece una visión clara y sin rodeos sobre el presente y futuro del empleo en un mundo marcado por la disrupción tecnológica. En esta entrevista exclusiva con El Diario de Madrid, Palacios advierte que no basta con adaptarse a la inteligencia artificial: la transformación es más profunda y exige rediseñar por completo la universidad, el modelo de aprendizaje y los vínculos entre el mundo académico y la empresa. Con especial énfasis en el valor del pensamiento crítico, la ética tecnológica y la formación continua, defiende un enfoque híbrido donde negocios, ciencia y humanismo convivan para preparar a una nueva generación de profesionales listos para liderar en un mercado laboral en constante mutación.

Desde su perspectiva como decano, ¿cuál considera que es el cambio más profundo y estructural que la tecnología está provocando hoy en el mercado laboral, más allá de la automatización o la IA?

Nos encontramos ante una revolución industrial que, como en el caso de las anteriores, modifica los tipos y formatos del empleo. Pero con ciertas peculiaridades. La rapidez con la que se propaga la innovación y dónde se puede generar, ha cambiado. Gracias a las mejoras en transporte y tecnologías de información y comunicaciones, las innovaciones surgen en cualquier parte del mundo y afectan al planeta rápidamente. Por lo tanto, vivimos en un mundo y mercado laboral excepcionalmente dinámicos donde la irrupción de tecnologías disruptivas —especialmente la inteligencia artificial generativa— redefinen empleos, competencias necesarias y relaciones entre profesionales, empresas y universidades.

¿Cree que el concepto tradicional de “empleo” tal y como lo conocemos desaparecerá en una generación? ¿Qué tipo de relaciones laborales dominarán el mercado dentro de 10 o 15 años?

Los conocimientos, habilidades y competencias necesarias para el empleo cambian más rápidamente que nunca. Esto hace que los empleados tengan que aprender a aprender para no quedarse atrás. Podremos ver carreras profesionales más cortas y una persona cursará varias titulaciones distintas. También, dadas la escasez y necesidad de ciertos perfiles nuevos, aumentará el trabajo por proyectos, lo que potenciará los famosos freelancers especializados. Es por ello por lo que en el Grupo Educativo UAX intentamos que nuestra comunidad tenga soluciones de formación a lo largo de toda su carrera, desde FP, pasando por universidad a posgrados y certificaciones. Así, en cualquier momento puede volver a formarse y readaptarse a la nueva realidad del mercado de trabajo.

¿Está la universidad adaptando su estructura formativa con suficiente rapidez para responder a este nuevo mercado? ¿Qué límites o resistencias detecta desde dentro del sistema educativo?

La universidad en España es una institución que ha tenido un gran éxito y ha cumplido su objetivo de generar una gran clase media. Es una institución regulada, lo que genera altos estándares de calidad. Sin embargo, el nuevo mundo requiere de gran flexibilidad. Las universidades privadas como la Universidad Alfonso X El Sabio (UAX) tienen la capacidad de adaptarse a la nueva realidad, especialmente colaborando con empresas en identificar nuevas necesidades laborales y formar conjuntamente nuevos perfiles. Intentamos integrar a las organizaciones en nuestras asignaturas, en nuestro proceso formativo, para garantizar perfiles empleables que aporten valor desde el minuto uno de su incorporación al mundo laboral.

En la formación universitaria, ¿qué habilidades cree que deberían ser obligatorias para cualquier grado, independientemente del área? ¿Estamos hablando de programación, pensamiento crítico, inteligencia emocional…?

Nosotros, en el Grupo UAX, creemos que una persona tiene que ser capaz de hablar varios lenguajes. En nuestros grados del área Business, todos los alumnos tienen que aprender de tecnología. En nuestros grados de Technology, todos nuestros alumnos tienen que saber de negocios. Y en ambos, tienen una formación obligatoria en habilidades como trabajo en equipo, storytelling, pensamiento analítico, pensamiento crítico, liderazgo en la diversidad o metodologías ágiles, que ponen en práctica desarrollando proyectos UAXmakers junto con empresas. Además, los estudiantes obtienen certificados profesionales en las competencias más demandadas por las empresas en cada momento, como Data Analytics, DevOps, UX Design o IA.

¿Podemos seguir formando a los estudiantes de 2025 con estructuras pensadas en 1995? ¿Cómo debería cambiar el diseño curricular para formar perfiles híbridos que combinen negocio y tecnología?

En 1995 la revolución industrial que mencionaba, la de las tecnologías de información, comunicaciones, transporte, genómica, etc. tan solo se vislumbraba. Ahora es una realidad y la formación debe de adaptarse a dicha realidad como hacemos en UAX, acercándonos a las empresas, creando el Observatorio del Impacto de la Tecnología en las Profesiones y formando perfiles híbridos que combinen negocio y tecnología.

¿Cuál es su opinión sobre el “desajuste de talento” actual? ¿Hay más empleos sin cubrir por falta de competencias que desempleados, y cómo se puede corregir esto desde la universidad?

En España todos los empleos tecnológicos relacionados con la IA y el Big Data, por poner un ejemplo, están en alta demanda. Y perfiles duales también. Hace unos días hablábamos con un conocido bufete de abogados que confirmaba una de las conclusiones del estudio el que hemos elaborado junto a MIT Technology Review en español: estaba deseando poder duplicar su equipo de abogados con perfiles con un enfoque tecnológico. Esta escucha activa nos permite actualizar los curriculums de nuestras titulaciones. Además, complementamos las carreras con “mochilas” de cursos adaptados a las nuevas necesidades y añadimos la colaboración cercana con empresas, para enriquecer la experiencia de aprendizaje con prácticas pegadas a la realidad de los entornos profesionales.

En este nuevo contexto tecnológico, ¿cómo valora el papel de los bootcamps, microcredenciales o certificados privados frente al título universitario tradicional? ¿Coexisten o compiten?

Son complementarios, proveen de flexibilidad a las titulaciones universitarias. En nuestro caso tenemos certificaciones obligatorias que tienen que hacer nuestros estudiantes, a los que llamamos UAXmakers -aprenden “haciendo”-, para graduarse de su titulación principal.

¿Qué sectores van a crecer más en términos de empleabilidad en los próximos cinco años y qué perfiles deberían prepararse desde ya para aprovechar esta ola?

Como comentaba anteriormente, todas las titulaciones relacionadas con la nueva revolución industrial, como robótica, IA, ciberseguridad, científicos de datos, bioinformáticas. Y en titulaciones clásicas la intersección con tecnología, por ejemplo, juristas tecnológicos.

¿Qué peso deberían tener los valores humanistas en la formación tecnológica de los futuros profesionales? ¿Puede la universidad formar tecnólogos con sentido ético y propósito social?

Este tema es muy importante, yo diría que crítico. Hay que asegurar que la tecnología sea ética, debemos formar profesionales que apliquen y desarrollen tecnología con propósito.  Es uno de los elementos clave de nuestra formación en UAX. También a través de la Fundación UAX y la Oficina del Voluntariado estamos reforzando la componente ética y social de nuestros estudiantes.

Si tuviera que rediseñar hoy una carrera universitaria desde cero para el mundo de 2030, ¿cómo se llamaría, qué contenidos tendría y cómo se evaluaría a los estudiantes?

Es una pregunta difícil, ya que hay muchas carreras que serán válidas en 2030. Si tuviese que rediseñar una existente, me aseguraría de que estuviese reforzada con dos tipos de conocimientos: de negocios y tecnológicos. Por otro lado, debería fomentar la proactividad de los alumnos, como nuestros UAXmakers, líderes y trabajadores de equipo, con habilidades sociales y analíticas, conocedores del impacto social y económico que pueden generar desde sus puestos de trabajo. Asimismo, es importante que incluya la formación en el compromiso y fomentar una cultura de aprendizaje continuo, para que trabajen con motivación y sean capaces de adaptarse y liderar el cambio, que seguirá siendo una constante. Y finalmente, dicha formación tendría que ser cercana a la empresa y a las necesidades de mercado.